A LA BÁSCULA

La pretendida jugada de tres bandas

 José Ramón Enríquez Herrera, es uno de esos políticos que no tienen ideología más allá de la del poder, el que siempre busca escalar pasando por encima de personas, de principios, de valores. La última jugada que realizó, y que pretendió ser una de las llamadas de tres bandas, y que vendrá a alterar muchísimas cosas al interior y al exterior de Morena -partido por el que aspira a ser su candidato dentro de dos años-, de cara a la sucesión gubernamental de Durango.

Durante los dos años de la administración del priista Ismael Hernández Deras fue el secretario de Salud de Durango, puesto al que renunció dos años más tarde, en 2006, cuando no consiguió que en el PRI le concedieran la candidatura a la alcaldía de la capital del Estado. El entonces gobernador, decidió que el abanderado priista fuera Jorge Herrera Delgado (QEPD).

Su sueño de ser candidato, lo alcanzó tres trienios después, luego de las alcaldías de Jorge Herrera Caldera y Adán Soria Ramírez, abanderado por el Movimiento Ciudadano, pero la lucha se centró entre el priista Esteban Villegas -a la postre ganador-, y el panista Jorge Salúm del Palacio. Enríquez Herrera se quedó muy, pero muy lejos de cualquier posibilidad con apenas 11.77 por ciento de los votos.

Tres años más tarde, en 2016 ya bajo las siglas del PAN-PRD logró su objetivo de convertirse en alcalde del municipio de Durango, pero una vez que se sentó en la silla de la alcaldía, intentó sin éxito convertirse en el poder tras el trono de la gubernatura de José Rosas Aispuro, con quien trató de competir y jugar ‘a las vencidas’, porque ya desde aquellos momentos pretendía generar un movimiento para construir su candidatura a la gubernatura para la elección de 2022.

En 2018 alcanzó la senaduría por el Movimiento Ciudadano, pero solicitó licencia a la curul para regresar a la alcaldía duranguense, e incluso intentó por el mismo MC reelegirse como presidente municipal, luego de que Morena le negara la posibilidad de participar por ese partido, pero sucumbió ante el panista Jorge Salúm de Palacio.

El pasado miércoles se hizo oficial que Enríquez Herrera daba un nuevo ‘brinco’ de partido, de Movimiento Ciudadano ahora a Morena, con lo que pretendía llenar el juego dejado por Lily Téllez -quien emigró a las filas panistas-, y ayudar con su voto a que Morena mantuviera la mayoría en la Comisión Permanente del Congreso.

Con ello, pretendía ejecutar una jugada de tres bandas porque por los servicios prestados al partido en el poder, daba por un hecho que por fin tendría la ansiada candidatura a la gubernatura, así tuviera que entrar en franca confrontación con la alcaldesa gomezpalatina, Marina Vitela Rodríguez, quien también aspira a convertirse en candidata en busca de alcanzar la gubernatura que actualmente ocupa José Rosas Aispuro, con quien mantiene serias diferencias desde el inicio de su administración municipal.

La jugada inicialmente no prosperó porque el viejo lobo de mar, Dante Delgado, antes del pase de lista de los 19 diputados y 18 senadores que conforman la Comisión Permanente del Congreso, dirigió un escrito a Mónica Fernández, presidenta de la Cámara Alta, para notificarle que José Ramón Enríquez sería sustituido por Verónica Delgadillo García, en la posición que Movimiento Ciudadano tiene en su representación en la Comisión Permanente.

A Enríquez Herrera le dieron la bienvenida los morenistas, pero cuando ya no representaba una posición en la Comisión Permanente.

Aun así, el ex alcalde duranguense, da como un hecho que por los servicios prestados a la bancada morenista al ayudarles a llenar el hueco dejado por Lily Téllez en el Senado, se le traduzca en la candidatura al Gobierno del Estado de Durango.

Ese hecho, desde este momento, podría inaugurar un campo de batalla interno entre él y la alcaldesa gomezpalatina Marina Vitela, quien ya se sentía en la libre para la candidatura morenista al Gobierno del Estado. Dirían en mi pueblo: se juntaron dos que saben.

Mientras tanto el panista y alcalde duranguense Jorge Salúm del Palacio, aprovecha, por un lado su gran cercanía con el gobernador José Rosas Aispuro Torres, y por otro el distanciamiento existente entre el mandatario y la alcaldesa gomezpalatina, para placearse en muchos de los eventos del mandatario estatal, y se perfila como el abanderado panista para la próxima elección para Gobernador.

Ya veremos de que cuero salen más correas.

 

laotraplana@gmail.com.mx

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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