Inocente es liberado tras 30 años de condena por la muerte de una niña

Estados Unidos.- Durante su juicio, Walter Ogrod se retractó de la confesión que le hicieron firmar los policías de Filadelfia, Estados Unidos, los testigos claves en el hallazgo del cadáver de la niña de cuatro años Barbara Jean Horn no lo reconocieron; sin embargo, pasó 28 años en la cárcel.

No fue sino hasta una prueba de ADN en la que se compararon el material genético del hombre, quien padece autismo, y las evidencias del crimen llevado a cabo hace 32 años que se determinó que no tuvo nada que ver, de acuerdo a El Heraldo de México.

Su condena fue anulada el pasado viernes, por lo que la justicia le pidió una disculpa por encerrarlo casi tres décadas injustificadamente.

Lejos de mostrar rencor con el sistema judicial o los oficiales que lo entregaron al juez con una confesión forzada, el hombre decidió que su primer acto como hombre libre sería tener una parrillada con sus familiares.

Por qué crimen se le culpaba

Aún se desconoce quién fue el culpable de la muerte de la pequeña Barbara Jean, cuyo cuerpo sin vida apareció en una caja de televisión, en julio de 1988.

Entonces Ogrod tenía 23 años de edad y trabajaba como conductor de una panadería. Cuatro años después del crimen lo arrestaron por considerarlo sospechoso, debido a que el cadáver de la niña fue abandonado cerca de su casa.

Al juez no les importó que su primer juicio fuera declarado como nulo y lo sentenció por los delitos de asesinato y desviación sexual involuntaria en un segundo juicio que se realizó en 1996.

Sharon Fahy, madre de la chiquilla, pidió que liberaran a Walter bajo el argumento de que quería justicia, no a un inocente en la cárcel.

Esta evidencia permitirá que el hombre enfrente un tercer juicio, en el cual se podrá demostrar que no estuvo en el lugar de los hechos cuando se cometieron. (EL HERALDO DE MÉXICO)