Sentencian a multihomicida de la Latino a 45 años de prisión

A un año de que asesinara a sus abuelos, bisabuela y tía abuela en la colonia Latinoamericana, Rogelio Flores Cruz fue condenado este miércoles a 45 años de prisión por los delitos de «parricidio y matricidio calificados por haberse cometido con ventaja y traición, robo en cuantía mayor agravado por haber recaído a vehículo automotor, feminicidio y robo especialmente calificado por haberse cometido en vivienda habitada», mediante un procedimiento abreviado dictado en audiencia privada, presidida por la juez María Graciela Nava Ramos.

Fue en junio del 2019 cuando el sentenciado terminó con la vida de sus abuelos Hermelinda Fuentes Dávila, de 70 años y José Antonio Cruz Martínes, de 73; su bisabuela, María Aurelia Dávila Reyes, de 91 y su tía  abuela, Virginia Fuentes Dávila, de 60, tras golpearlos y apuñalarlos en el domicilio marcado con el número 763 de la calle Montevideo, de la citada colonia, para luego dejar una nota intentando desviar las investigaciones y  hurtar una camioneta Honda CRV color plateada, misma que posteriormente fue localizada sin su conductor en una carretera federal de Tamaulipas.

Lo anterior dio pie a que fuera localizado y detenido en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando pretendía ingresar a Estados Unidos, gracias al trabajo de investigación interinstitucional de la Secretaría de Seguridad Pública y la Comisión de Protección Ciudadana de Saltillo, y a las labores de inteligencia que realizaron las diversas corporaciones de la localidad para este efecto.

Previo a ser ingresado al Centro de Reinserción Social para Varones de Saltillo, 10 días después del multihomicidio, Rogelio Flores señaló que las víctimas eran pederastas y que se lo robaron cuando era niño, pues según él pertenecía a otra familia, por lo que dijo no estar arrepentido de sus actos.

“No estoy arrepentido de nada de lo que hice, porque yo sé que me robaron de niño, no eran mi familia y eran pederastas. Fue venganza, no fue nunca por herencia, no fue por que estuviera loco, nada de eso”, mencionó.

Además, admitió haber sustraído objetos de la vivienda y aseguró que con su venta compraría armas para erradicar a quien dañara a todo aquel que no se pudiera defender.

“Fui yo solo (quien cometió el crimen), y por medio de las cosas que vendí iba tratar de comprar armas para tratar de erradicar a todo tipo de gente que estuviera así en Coahuila, en Ramos Arizpe, toda la gente que anduviera vendiendo cristal (…), todo el que se anduviera pasando de lanza con gente inocente que no se puede defender, menores de edad. A todos les llega su hora”, reiteró antes de su ingreso al centro penitenciario.

En este contexto, su abogado defensor, Rodolfo Richard, tras su vinculación a proceso el 19 de junio del 2019 por los delitos mencionados, indicó que buscaría comprobar que padecía de sus facultades mentales, lo que en lugar de la cárcel lo llevaría a un internado psiquiátrico, posibilidad que quedó truncada este miércoles con la sentencia derivada de la causa penal 1133/19. (OMAR SOTO / FOTO: JOSÉ TORRES)