Un solo medicamento no le servirá al mundo en la lucha contra la COVID-19

 (Xinhua/Jhon Paz) (jhp) (mm) (da) (dp) 

Ciudad de México.- Uno de los dilemas que se han generado desde el inicio de la pandemia por el virus del SARS CoV-2 es la manera de diferenciar los síntomas de la COVID-19 de otras Infecciones Respiratorias Agudas Severas (IRAS). “No es fácil distinguir entre una infección y otra, pero sí describir en qué fase epidemiológica nos encontramos”, explicó el doctor Alejandro Macías Hernández, infectólogo de la UNAM.

UNAM Global publicó que la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus organizó una charla con el doctor Samuel Ponce de León Rosales, Alejandro Macías Hernández y Rogelio Pérez Padilla. Se abordó el tema de cómo diferenciar una infección de otra. “No importa el número de casos, sino la correcta interpretación de la tendencia para atender la evolución de estos casos”, refirió Ponce de León.

En ese contexto, Macías Hernández explicó que, en medio de una pandemia un caso sospechoso de COVID-19 será aquel que presente una enfermedad respiratoria aguda, asociada a fiebre y al menos un síntoma de tos o dificultad para respirar, además de desarrollarse en un espacio con transmisión comunitaria (como en el que nos encontramos) o haber viajado catorce días previos al inicio de los síntomas.

Advirtió que no importa tanto el diagnóstico, sino cual es la decisión que se tomará para diagnosticar al paciente ya que si se sospecha de un cuadro en medio de un contexto epidemiológico y la prueba es negativa, “las pruebas tienen más un valor epidemiológico que clínico”.

En ese sentido, el virus por la COVID-19 ha representado un reto para los médicos, Macías Hernández explicó que ha tenido pacientes que no han tenido dificultad para respirar, pero sí manifestación radiológica de daño pulmonar. “La COVID-19 es una enfermedad más multisistémica que otras infecciones respiratorias agudas, da con más frecuencia alteraciones de la coagulación, falla renal aguda, miocarditis, tromboembolia pulmonar, datos extensos de inflamación, choque séptico y elevación de ácido láctico”.

Por otro lado, para entender un poco más cómo es que reacciona este nuevo virus, Rogelio Pérez, doctor en Ciencias Médicas y neumólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), detalló que hay muchas infecciones respiratorias que dan una serie de síntomas, todos causados por un virus; pero cuando los síntomas se van a las vías superiores (senos paranasales y laringe) se habla de infecciones como el rinovirus o el catarro común, y cuando se van hacia las vías inferiores (tráquea, bronquios y pulmón) se habla de algún tipo de influenza y, ahora, de la COVID.

Al referirse al tema de las pruebas para detectar el virus, Pérez Padilla explicó que al inicio de la pandemia era indispensable hacerlas porque había más casos de influenza que de COVID, pero ahora que la transmisión es intensa, aunque la prueba salga negativa no se puede negar que sea infección por coronavirus, ya que en algunos pacientes hasta la segunda o tercera prueba sale positiva. “La prueba no es la clave, sino los síntomas”.

Durante la charla, el doctor Ponce de León, quien encabeza la Comisión, precisó que a pesar de que en las redes sociales se especula que la COVID-19 “no es una neumonía, es una trombosis y otras teorías que se crean”, aseguró que efectivamente es una infección viral, centralizada en el aparato respiratorio en todos sus niveles, para la cual la población no tiene anticuerpos ni inmunidad. “Se les pide a las autoridades tener certeza, pero es un fenómeno que apenas están conociendo”.

En ese sentido, enfatizó que la prueba tiene limitaciones en su exactitud desde la toma misma de las pruebas, las pruebas son muy complicadas además de que hay una carencia de éstas en todo el mundo.

Las pruebas tienen distintos usos en distintos momentos, acotó Alejandro Macías, en un principio había una inminente necesidad de diferenciarla de la influenza y luego ir conociendo los casos mientras los clínicos se adaptaban. “En este momento, quien llegue al hospital en una región donde hay actividad y presente fiebre, dolor de garganta o tos, eso debe ser COVID-19. Por ello, a partir de este momento, la prueba tiene un valor epidemiológico y de muestreo y poco que ver con lo clínico”.

Añadió “aquí y ahora lo que sea un IRA que cumpla el caso clínico o no, simplemente siendo infección respiratoria aguda será, con muy altas probabilidades, COVID-19”. Y que las pruebas para detectar COVID se podrían realizar, por ejemplo, para asegurar que en una empresa no haya una transmisión oculta del virus, habrá que usar la prueba de manera distinta pero sí se necesitan.

El doctor Rogelio Pérez agregó que el virus se tiene que monitorear en cuanto a su composición porque se van encontrando variantes que pueden ser más agresivas, pero las pruebas se deben de realizar en los pacientes más enfermos y que se encuentran hospitalizados.

Asimismo, las pruebas volverán a tener valor cuando sea temporada de influenza, en el invierno, porque habrá que distinguir cuál de las dos es y sí se trata con oseltamivir (medicamento para combatir la influenza) o no, pero ahora todo es COVID, agregó Macías.

En cuanto a la posibilidad de reiniciar las diferentes actividades en los estados y en la Ciudad, Ponce de León explicó que podrán hacerlo mientras mantengan una vigilancia a detalle: “es un mosaico heterogéneo de contagios por el país, cada quien debe de tomar sus propias decisiones”.

Finalmente, al abordar el tema de los tratamientos para combatir la pandemia, Pérez Padilla mencionó que hay que valorar la gravedad de la infección, ya que todos los tratamientos que se propongan son de tipo experimental o bajo indicaciones precisas. “Pronto habrá medicamentos para combatirlo, pero hay que enfatizar que no será uno solo, el virus tiene una fase de proliferación que requiere un antiviral, luego una fase de reacción inflamatoria excesiva donde se necesitará otro. Hay que considerar fases y fenotipo de la enfermedad, difícilmente un solo medicamento le servirá a todo el mundo y se necesitarán varios”

El diagnóstico por la COVID-19 es sencillo hoy por el ambiente epidemiológico, sin embargo, el diagnóstico tiene repercusiones importantes en lo que se refiere a la toma de decisiones terapéuticas, por lo que se requiere actualización en esta enfermedad que cambia con frecuencia y que seguirá en el radar en los siguientes meses, indicó Alejandro Macías.

Hay que tener claro que aún no hay un tratamiento que demuestre su eficacia, será una combinación de medicamentos lo usado para tratar esta enfermedad, pero se verá en las próximas semanas, concluyó Ponce de León. (UNAM GLOBAL)