LO NORMAL Y LA REANUDACIÓN DE ACTIVIDADES

La “normalización” o reanudación de actividades, dentro de la pandemia por el Coronavirus se inserta en el balance entre la recesión económica y la responsabilidad de los ciudadanos por guardar las recomendaciones de las autoridades.

No se puede prolongar el aislamiento en forma indefinida, pues entonces resultará, como se dice vulgarmente, más caro el caldo que las albóndigas. Lo que sigue siendo un imperativo es la disciplina: tomar en serio el aislamiento, guardar la distancia, utilizar cubrebocas, realizar fuera de casa solo las actividades esenciales.

Ejemplo de disciplina es Corea del Sur, donde en dos semanas disminuyeron los casos de Covid-19 de 813 a 114. La clave: la disciplina, la confianza en el gobierno, la información generada por las autoridades, la atención a domicilio.

Es lo que no se tiene en México. Y la falta de confianza la genera, en este caso, el mismo gobierno federal con sus fallidas proyecciones sobre el “pico de la pandemia” y el “aplanamiento de la curva”, al grado que hay ciudadanos que se ampararon para que el subsecretario Hugo López Gatell deje de dar conferencias todos los días en torno al tema de la pandemia.

En Coahuila el gobierno estatal tomó medidas para la reanudación de las actividades sobre todo en las industrias automotriz, minera y de la construcción, consideradas esenciales y que involucran más de 315 mil empleos, con las debidas medidas preventivas.

Y aunque en lo local la ciudadanía no ha mostrado mucha colaboración para evitar la propagación del virus, el alcalde Jorge Zermeño Infante insiste en apelar a la responsabilidad de la gente, sin tomar medidas más allá de recurrir al convencimiento y de aconsejarla que cuide su salud.

Mientras tanto, Coahuila tiene ya 811 casos de contagios con 61 decesos; en Torreón la cifra se elevó a 183 con siete fallecimientos. La paulatina reanudación de actividades tendrá que darse con estrictas medidas preventivas para que no haya nuevos brotes de la enfermedad.

En cuanto a la “normalización” de las actividades en lo global, requiere una profunda reflexión, porque, como señalan algunas publicaciones, la vida normal en el planeta es lo que nos tiene así.