PAREN AL MUNDO, SE QUIEREN BAJAR

Al presentar la edición de Fundación, de Issac Asimov, Carlo Frabetti nos cuenta que la 24 Convención Mundial de Ciencia Ficción (1966) otorgó por primera ocasión el premio Hugo a la mejor serie de novelas, para la trilogía de las Fundaciones. Sin duda la mejor serie de Ciencia Ficción hasta entonces escrita. Su primer parte, Fundación, aborda la historia de un planeta en los bordes de una galaxia que debe enfrentar la decadencia del imperio del cual depende y la barbarie que de ahí surge. La primera crisis se da entre la fundación y su representante Hari Seldon frente al Reino de Anacarante.

De la entrevista entre Seldon y el emisario de Anacaronte podemos ver que regresar al carbón y al petróleo como fuente de energía y calefacción, era sin duda una desventaja a frente a quienes utilizaban energía atómica. Asimov puede mediante la Ciencia Ficción aventurarse a pensar en el futuro puesto que conoce a detalle el pasado y el mundo, prueba de ello son sus amplios estudios históricos y científicos publicados a lo largo de su vida. Sabía del surgimiento y decadencia de los imperios.
Nuestros tiempos no son tan distintos a lo relatado en Fundación. El anuncia de una política pública que separa a nuestro país de la ruta de las energías renovables a favor de la energía fósil es un retroceso importante, es volver al pasado.

Era de esperar el reclamo de la Unión Europea y vendrán otros tantos, están en riesgo las inversiones de sus empresas y también se están violando los compromisos que México ha asumido durante años con la comunidad internacional.

Los problemas técnicos deben resolverse técnicamente, si hace falta mejorar el servicio la solución no puede ser sacar a la inversión privada y mucho menos quemar combustóleo en plantas obsoletas. Fortalecer a la CFE a costa de la competitividad de las empresas mexicanas y del medio ambiente no suena lógico.

Son muchas las muestras que la 4T tiene como meta volver al pasado. Creo que ignoran que muchos mexicanos ya superamos los traumas de la conquista, no queremos disculpas de naciones extranjeras, que por cierto ya habían ofrecido. Creo que indebidamente quieren sustentar la economía nacional en los combustibles fósiles, cuando eso ya lo habíamos dejado atrás. En México solo el gobierno y no la economía dependen del petróleo.

Veo con preocupación que nuestra autoridad desdeñe la ruta del crecimiento económico para una de mediocridad. Si ya tenemos zapatos, ¿para qué queremos más? Igualmente preocupante es la felicidad con la que la autoridad anuncia que la economía que llama “real” de México es la del trapiche, una economía de subsistencia sin valor.

El mundo seguirá su curso sin esperar a que nuestro gobierno reaccione. Los costos de oportunidad pueden ser grandes. Viene a mi mente aquella frase que Quino puso en boca de Mafalda. Paren al mundo, la 4T se quiere bajar.