CAFÉ POLÍTICO

 

ZERMEÑO, REBASADO POR SU TRABAJO

Cuando un gobernante es rebasado por su trabajo, cuando no le ha entrado al toro por los cuernos, cuando no ha atendido –oportunamente– la problemática de salud; en este caso la pandemia del Coronavirus COVID-19, cuando todo le sale mal, entonces tiene que inventar algo para salir del bache, del problema en que se encuentra. Es el caso del alcalde Jorge Zermeño que ha manifestado chapuceramente que; “Ya es tiempo que  entendamos que el problema viene de atrás, es de años”. ¿A quién me recuerda Jorge al echarle la culpa a los de atrás? Le atinó, sí, al presidente López Obrador que en las mañaneras solo se queja de que los antepasados tienen la culpa de todo lo malo que sucede en este país. Así de plano: “Fueron los anteriores que nos dejaron todo tirado; esto, aquello u lo otro” (han de decir) cuando pretenden engañarnos –inicuamente– a toda una población de cerca de 750 mil habitantes.

 

YA VAMOS ARRIBA DE SALTILLO

Ahora bien, Zermeño sabe que desde un principio él no siguió las indicaciones del Gobierno del Estado en el combate a la emergencia sanitaria. Él siempre ha sido así. Un hombre terco, renuente, insurrecto que gusta de llevar la contra a pesar de que son decisiones buenas y acertadas. O sea, él no puede ver ojos bonitos en otra cara –y menos de la oposición–, para aceptar que los de enfrente están haciendo bien las cosas. Así se muera más gente por la pandemia, carajo. Mire Usted; hace justo 18 días Saltillo tenía una tasa de mortalidad más alta que la de Torreón. Había más muertos por COVID-19 que en nuestra ciudad. Algo descuidó Zermeño que en un santiamén rebasamos a los saltillenses que, dicho sea de paso, el alcalde Manolo Jiménez ha cumplido al pie de la letra con las indicaciones sanitarias. Por ejemplo; el 27 de abril de acuerdo con el Reporte Coahuila del Plan Estatal de Prevención y Control COVID-19, actualizado a las 7 de la tarde, Monclova tenía 201 casos de personas infectadas; Saltillo 45 y Torreón 43. Al día siguiente (28 de abril) a las 12 horas del mediodía según el Reporte, Monclova continuaba con los mismos 201 casos infectados; Torreón 48 y Saltillo 45. Aquí es cuando comienza a dispararse ya que al día de ayer jueves el Reporte arrojaba lo siguiente: Monclova 282, Torreón 132 y Saltillo 91. Es decir, en Torreón hay 41 casos más que en la capital del estado. Quizá los saltillenses sean más ordenados y cultos que los torreonenses. Y si a eso le sumamos que, de alcalde a alcalde, Manolo le da el 15 y las malas a Jorge, pues ya va diciendo como va a terminar las cosas.

 

SERVICIO NACIONAL DE EMPLEO

En otro tema no menos complicado. El Servicio Nacional de Empleo dependiente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), ha sido uno de los programas más reconocidos del Gobierno de la República. Operado por los Estados ha logrado colocar a cientos de miles de buscadores de trabajo a través de sus Ferias que ha apoyado a miles de jóvenes a iniciar su vida laboral cubriendo el costo de sus salarios mientras adquieren experiencia. Vamos, ha apoyado a las empresas con becas de capacitación para sus trabajadores. Cabe señalar que con su Programa “Abriendo Espacios” logró colocar en un empleo, en Coahuila, a más de 5 mil personas con discapacidad y adultos mayores. También provee de jornaleros a los ranchos agrícolas, siempre bajo la supervisión para asegurarse de que se respeten sus derechos laborales evitando con ellos su explotación.

 

QUE CADA QUIEN SE RASQUE CON SUS UÑAS

Miles de pequeños empresarios han sido apoyados económicamente, y asesorados para abrir sus negocios. Huelga decir que en Viesca –en donde no existe alcaldesa que gobierne ese municipio–, se dieron importantes apoyos, en la administración anterior, con lo que fortaleció sensiblemente la economía de esa región. Ahora bien, el programa del “Apoyo al Empleo” ha sido reconocido por los más importantes Organismos Internacionales y es auditado por el Banco interamericano de Desarrollo (BID). Y aquí viene lo más importante. ¿Qué cree? Que el Gobierno de la República lo acaba de sepultar, así como usted lee. Sin decir agua va el Director Jurídico de la STPS, Víctor Ricardo Aguilar Solano, envió oficio a la Secretaría del Trabajo de cada uno de los 32 estados de la república comunicándoles que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se reservó el recurso de todos los Programas del Servicio Nacional de Empleo y que le hagan como puedan, que cada Estado del país se rasque con sus uñas, lo cual es un reverenda estupidez. La quita obedece: “como resultado de la reorientación del gasto público para financiar el Plan Nacional para la Reactivación Económica ante el COVID-19 y contrarrestar sus efectos negativos en la población”. Pero yo me pregunto: ¿Dónde están los miles de millones de pesos que supuestamente se han ahorrado en el combate a la corrupción? ¿O es puro jarabe de pico? Es que de otra forma no se puede entender.

 

JOVENES CONSTRUYENDO EL FUTURO

Para empezar, mire usted. Se quedarán sin chamba los trabajadores que operaban todos los Programas y ya no habrá quien promueva y vincule a buscadores de empleo. Con este negativo recorte la STPS se quedará sin “Ferias del Empleo”, “Becas de Capacitación para el Trabajo”, “Movilidad Laboral”, “Bolsas en Línea”, “Vinculación Laboral”, “Apoyo a Adultos Mayores para encontrar Trabajo”. Es decir, son todos los programas del Servicio Nacional de Empleo. Si a esto le sumamos que la impartición de justicia laboral pasará al Poder Judicial, entonces que descansen en paz las Secretarías del Trabajo de los Estados. O será, como lo plantea AMLO, será solo una ventanilla en la que se dispersará recursos en el marco de un Programa de muy dudosas reglas de operación. Para ello, mejor dejar un cajero automático. Cabe destacar que este programa ha tenido muchas fallas como lo es Jóvenes Construyendo el Futuro, que ni son jóvenes y ni construyen el futuro. Que, en la gran mayoría de los casos, no cumplen con las reglas de operación. Por cierto, los apoyos de este programa se dan por motivos estrictamente electorales. El desaparecer todos estos programas tan importantes avalados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que han sido reconocidos internacionalmente por ser tan necesarios, mueve al sospechosismo ya que, repito, por ahí no era el descalabro que le acaban de hacer a las STPS de los estados.

 

60 o 70 MILLONES DE PESOS

Y esto es muy importante. Cuando las Juntas de Conciliación y Arbitraje pasen al Poder Judicial, la impartición de la justicia laboral se va a quedar solo un “Instituto de Intermediación” que no requiere una Secretaría. Me adelanto. ¿Que necesidad hay de que haya una Secretaría del Trabajo tan importante para mantener la estabilidad y paz laboral y detener todos los conflictos que se pueden dar entre los factores de la producción que son los trabajadores y los empresarios? Este es un tema muy serio. Pero a río revuelto, ahorita como están las cosas, nadie lo ha tomado en cuenta. Por cierto, si el gobernador Miguel Riquelme pretendiese mantener vivo el Servicio Nacional de Empleo (sería Estatal) tendría que meterle unos 60 o 70 millones de pesos para mantener una nómina de trabajadores y además que continúen los programas laborales.

 

PAZ LABORAL

Finalmente; ¿Qué va a pasar con las Secretarías del Trabajo de cada Estado si ya no van a manejar las Juntas de Conciliación y Arbitraje, y si ya no van a tener los programas del apoyo al empleo? Que el Gobierno de la 4T acabe con un Programa referencial en materia de promoción al empleo en el momento que más se necesita, es preocupante. Caray, el presidente Andrés Manuel López Obrador ama tanto a los pobres que cada día se empeña en aumentarlos. Si nos quiere ver con un solo par de zapatos y un auto a medio pelo (usadito y viejo), pos como que no checa. Y lo que son las cosas; en las oficinas del Servicio Nacional de Empleo en la calle Victoria de Saltillo, laboran 20 personas. 18 de ellas se pagan con el recurso de los Programas que se cancelaron. Y así en Torreón, Monclova, Piedras Negras y Acuña. Que quede claro; uno de los valores más grande que tiene un país es la paz laboral, que tiene un valor intangible que no te das cuenta de lo que vale, hasta que lo pierdes