¿AUTONOMÍA GATOPARDESCA?

El lunes la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó la reforma constitucional que extendía el mandato del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, de dos a cinco años.

Poco menos de cuarenta días después de que en Baja California se eligió a Bonilla, el Congreso de esa entidad, compuesto por 12 diputados del PAN, 5 del PRI, 3 de MORENA, y 5 de otros partidos e independientes, aprobó por unanimidad la reforma que extendía el mandato, encendiendo alarmas a nivel nacional por las connotaciones implícitas.

Bonilla es –¿era?– un personaje muy cercano a Andrés Manuel López Obrador y el regalo que le hizo el Congreso de su entidad fue leído por muchos actores como un experimento del Presidente, que estaría midiendo las posibilidades de permanecer en el cargo más allá del periodo para el que fue electo en 2018.

De la polémica se pasó desde luego al litigio y como se trataba de una controversia constitucional el asunto llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Los augurios sin embargo no eran buenos. En noviembre del año pasado, cuando acudió representando a López Obrador a la toma de posesión de Bonilla, la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero dijo al nuevo mandatario, comentando sobre unas declaraciones que minutos antes hizo a la prensa: «Para mí la norma va a pervivir».

Eso se dijo en un despacho privado, y sin embargo se filtró un video del encuentro. El golpe fue contundente. Sánchez Cordero es Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es una mujer a la que se le respeta en México por su trayectoria, capacidades y méritos profesionales, y su presencia en el gabinete era el único atisbo de que alguien pudiera servir de puntal o contrafuerte en un gobierno que ha mostrado un absoluto desdén del estado de derecho.

De nada sirvió que la Secretaria de Gobernación insistiera entonces, y lo ha reiterado ahora, que se le tomó fuera de contexto. La forma en que Bonilla festejó la afirmación, y el gusto con el que se unió Sánchez Cordero fueron evidentes en ese video filtrado, daban a interpretar un aval de la prestigiada jurista a la desaseada reforma.

En un contexto así no sorprenden las expresiones de júbilo que se han escuchado por todo el país, en voces de actores políticos de todos los colores, académicos y analistas una vez que la Suprema Corte ha echado por tierra la llamada «Ley Bonilla».

Hay quienes no han dudado en calificarlo como un hito para la democracia mexicana.

La resolución de la Corte no solo fue noticia de primera plana en todos los diarios del país, se convirtió también en tendencia en las redes sociales, en las que participó incluso el Ministro Arturo Zaldívar, presidente del máximo tribunal.

«La “Ley Bonilla” fue un gran fraude a la Constitución, en sentido técnico. Bajo la apariencia de reformar el régimen interno del estado, se alteraron los resultados de un proceso electoral concluido, violando el voto público y la soberanía popular. #SCJN independiente y autónoma», publicó en twitter el Ministro Zaldívar.

Marko Cortés, dirigente del PAN consignó en sus redes ¡Hoy ganó la legalidad y México!. Aunque desde luego le recordaron que fue una mayoría panista la que aprobó la Ley Bonilla.

Lorenzó Córdova, presidente del INE, escribió: «Reconozco la decisión unánime de la @SCJN en favor de declarar inconstitucional la denominada #LeyBonilla en Baja California. Esta decisión preserva la democracia y la división de Poderes, y hace valer el marco jurídico que le da certeza y legalidad a nuestro sistema electoral».

Y así podríamos recorrer periódicos, portales, hilos de las redes, podcasts y videos y encontrar una voz unánime celebrando la resolución.

Pero hay también desde luego los escépticos, y alguien preguntó si la Suprema Corte actuó realmente con autonomía o fue un castigo de López Obrador a Bonilla por los fuertes cuestionamientos que ha hecho a su gobierno, específicamente en el manejo de las cifras del contagio de coronavirus.

Nada desgasta más que la duda.

Una jugada así sería magistral, carambola de varias bandas. La Corte se legítima, después del acelerado desgaste que ha tenido en los meses recientes por diversos acontecimientos, en los que destaca la presencia del Ministro Zaldívar en una de las conferencias mañaneras de AMLO a mediados de febrero, y por su parte López Obrador castiga al amigo que le ha alzado la voz, le propina tremendo golpe y esconde la mano.

No sería la primera vez que ocurre algo así, sería injusto decir que los de la cuarta transformación son los únicos que juegan al gatopardismo.

Pero tampoco podemos afirmar que así haya sido. Ojalá y no.

No prejuzguemos entonces, muchas controversias y litigios quedan por resolverse y será entonces con el transcurso del tiempo que podremos confirmar la autonomía de la Corte o su subordinación al Ejecutivo.

 

edelapena@infonor.com.mx