DECISIONES

Entre la cuna y la tumba hay muchas decisiones, somos las decisiones que hemos tomado. Cada una de ellas tienen consecuencias que por lo general van más allá del escenario en el cual se gestaron o tomaron. Las decisiones que se toman en un país son de grandes consecuencias, porque no solo tiene implicaciones geográficas sino también temporales. Lo que hoy se siembra dará su cosecha en el futuro, sin un presente no existe un futuro, y es en el presente en el que podemos decidir.

Ante la pandemia del COVID-19 se deben tomar decisiones que impacten en el terreno de lo económico, porque si bien la crisis de salud nos mantiene adentro de casa, la crisis económica nos exige estar fuera de ella. Las decisiones que se tomen deben ser sensatas y también sensibles. Porque si bien hay muchos que aprovechan esta crisis para obtener un mayor beneficio, también hay quienes enfrentan una situación agobiante.

Florence Smith fue una poetisa inglesa muy famosa, uno de sus más famosos poemas se titula; “no estoy saludando, me estoy ahogando” y relata la trágica muerte de alguien que se ahogaba cerca de la playa, por la que la gente pasaba pensando que aquel hombre estaba saludando desde el agua mientras movía frenéticamente sus brazos.

Ante los riesgos que exhibe la latente situación económica, es un reto muy grande poder detectar quienes buscan un apoyo ante la zozobra y aquellos que buscan un apoyo porque confunden la crisis con la falta de crecimiento. Seguramente muchos no venderán más que otros tiempos, pero tampoco se encuentran en situación tan grave que los ahogue, ahí la importancia de entender quien busca apoyos para sobrevivir de aquellos que lo hacen para vivir.

En los Estados Unidos de América más de 30 millones de americanos han acudido a solicitar ayuda ante el desempleo ocasionado por esta contingencia. Los números no son iguales en México, pero lo cierto es que apenas observamos los primeros indicios de una situación económica que se antoja larga y difícil.

Cuando el confinamiento termine, saldremos a un mundo más limpio, pero con menos opciones.

¿Cuál es la responsabilidad ante esta contingencia?, de informar, de organizar y también prever, y todas ellas son decisiones, pero no solo de gobierno, si no todos. Si bien los países tienen una gran responsabilidad de cuidar a su población y alertarla ante situaciones que el individuo por sus propias fuerzas no alcanza a combatir, la ciudadanía también debe ser consciente del riesgo.  Escribió John Maxwell sobre las acciones, que son consecuencia de las decisiones; una decisión tomada que genera una acción equivocada en el momento incorrecto es igual al desastre, a su vez las decisiones que buscan acciones correctas en el momento incorrecto es igual a la resistencia. Cuando se decide y se actúa equivocadamente en el momento correcto es un error, pero también sabemos que una decisión que genera una acción correcta en el momento correcto es igual al éxito.

 

Yo soy Héctor Gil Müller y estoy a tus órdenes.