Los medios deben saber diferenciar entre hechos y ficción en medio de la pandemia de coronavirus

Foto: ONU 

Ginebra.- El principal antídoto contra la pandemia de desinformación sobre el coronavirus son las noticias y los análisis basados en los hechos y fundamentados en la libertad e independencia de los medios de comunicación, bajo el principio del «periodismo sin miedo ni favoritismo».

«Las mentiras flagrantes se extienden en internet a un ritmo aterrador». Un análisis reciente encontró que más del 40 por ciento de las publicaciones sobre COVID-19 en una de las principales plataformas de redes sociales fueron publicados por bots – programas automatizados disfrazados de personas.

Así lo explicó este lunes el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, durante un evento virtual de alto nivel que convocó la UNESCO sobre la libertad de expresión y la desinformación durante la pandemia de COVID-19, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.

Durante su intervención, Guterres señaló la relevancia del trabajo que recae en los periodistas al indicar que ayudan a la población a tomar las decisiones adecuadas ante la enfermedad.

«Los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación de todo tipo son cruciales para ayudarnos a tomar decisiones informadas. En una pandemia, esas decisiones pueden salvar vidas. Ahora más que nunca, necesitamos que los medios de comunicación documenten lo que está sucediendo; que diferencien entre los hechos y ficción; y hacer que los líderes rindan cuentas».

Sin embargo, destacó que desde el inicio de la pandemia los profesionales de la información han sufrido todo tipo de restricciones y castigos desproporcionados solo por hacer su trabajo.

Aunque consideró necesarias las restricciones temporales a la libertad de movimiento para combatir el coronavirus, señaló que nunca han de usarse como pretexto para limitar el trabajo de los periodistas.

Añadió que en esta situación las personas quieren «saber qué hacer y dónde buscar consejo» por lo que necesitan «ciencia y solidaridad».

Las redes sociales mejoran su contenido

En paralelo, Guterres destacó el espectacular aumento del uso de las redes sociales desde el inicio de la crisis «ya que proporcionan una fuente de conexión e información incomparable para la gente». Al mismo tiempo, calificó de «gratificante» el hecho de que las empresas de redes sociales comiencen a tomar en serio sus responsabilidades.

«Acojo con satisfacción los recientes compromisos de las plataformas sociales de potenciar el contenido de los hechos y combatir la desinformación… particularmente aquellas que están eliminando proactivamente material. Les insto a aprovechar estos esfuerzos que ayudan a prevenir la difusión de peligrosos rumores y falsas curas».

Al mismo tiempo, indicó que la ONU trabaja con las redes sociales promoviendo mensajes que «mantienen a la gente segura y saludable» y recordó el lanzamiento de una iniciativa que busca inundar los espacios digitales con hechos y ciencia a la vez que se contrarrestan las mentiras y las informaciones erróneas.

Pese al importante papel que juegan los Gobiernos y las organizaciones internacionales a la hora de promover los hechos y los planteamientos científicos, Guterres destacó que nadie puede sustituir el trabajo informativo de los medios de comunicación durante esta pandemia.

Cincuenta y siete periodistas muertos en 2019

Pero el Secretario General recordó que la pandemia de coronavirus no es el único problema al que se han enfrentado los periodistas en los últimos años y que muchos sufren amenazas, acoso y ataques violentos. El año pasado, 57 periodistas fueron asesinados en todo el mundo.

«Las mujeres suelen ser el blanco de los ataques. La ganadora del premio del Día Mundial de la Libertad de la Prensa de este año, la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima, es una valiente reportera».

Proteger a los informadores, crisis económica, Facebook

El encuentro fue moderado por el periodista estadounidense de origen mexicano Jorge Ramos y contó con la participación de la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Michelle Bachelet, junto a un nutrido grupo de periodistas internacionales.

Entre ellos, la periodista de investigación filipina y fundadora del sitio Web de noticias Rappler, Maria Ressa, indicó que, aparte de la importancia de verificar y retirar las informaciones con rapidez para que no se difundan falsos rumores a través de internet, es necesario saber cómo proteger a los informadores. Además, alertó de que la retirada de anunciantes por la crisis del coronavirus puede llegar a afectar al periodismo independiente.

A continuación, el secretario general de Reporteros sin Fronteras, Christophe Deloire, destacó que durante la pandemia algunos gobiernos han aplicado una «estrategia de choque» para aprovecharse de la situación e imponer medidas que en cualquier otro momento nunca habrían sido aceptadas y puso como ejemplo a Argelia.

«Nuestro corresponsal de Reporteros sin Fronteras que cubría las protestas en Argelia fue arrestado el 29 de marzo por atentar contra la integridad nacional, aunque en realidad era meramente un periodista independiente que estaba informando sobre algo que las autoridades no querían que reportara», explicó.

Por último, la vicepresidenta de Gestión de Políticas Globales de Facebook, Monica Bickert, interrogada sobre cómo la red social evalúa la veracidad de las informaciones respondió que, para ellos, lo que la gente conoce como noticias falsas, se desglosa en dos vertientes. La desinformación, «que definimos como intentar engañar a otros intencionalmente» y la información errónea, que muchas personas comparten sin saber que es falsa.

«Con la desinformación, que a menudo tiene una motivación financiera, podemos identificar comportamientos allí, redes coordinadas, el uso de cuentas falsas, compra de «likes» u otras formas de tratar de amplificar el contenido. Todo eso viola nuestras normas, así que sólo es cuestión de encontrarla, pero la eliminamos».

En cambio, consideró que la detección de la información errónea es un problema más complicado.

«A menudo tenemos gente que la comparte inocentemente y es difícil saber si algo es verdadero o falso. Así que, tomamos esas decisiones nosotros mismos. Aprovechamos una red de más de sesenta organizaciones de verificación de hechos que han sido certificadas a través de la Red Internacional de Verificación de Hechos. Aprendemos mucho de estos verificadores de hechos, pero básicamente el enfoque es: nos dicen que algo es falso, etiquetamos esa información, ponemos la información de los verificadores de hechos junto a ella, y luego reducimos drásticamente la distribución de ese contenido, es un modo de tratar de detener el problema de la información errónea que se vuelve viral».

Añadió que otra de las acciones que emprenden si la gente quiere compartir esa información, o en el contexto de la Covid-19 si compartieron algo erróneo, es enviarles un mensaje diciéndoles que es falsa y se les dirige a las organizaciones de verificadores de hechos. (ONU NOTICIAS)