CINEMATOGRAFO

Recomendaciones de cine boliviano, peruano y ecuatoriano para la cuarentena

Para continuar con la secuencia de filmes latinoamericanos que pueden ocupar nuestro tiempo durante la cuarentena provocada por el COVID-19, esta semana quiero recomendarle tres filmes de directores de cinematografías tan interesantes como la brasileña, de la que escribí la semana pasada. Se trata de Jorge Sanjinés de Bolivia, Fernando Espinoza de Perú y Sebastián Cordero de Ecuador.

Comencemos con Sanjinés, quien naciera en La Paz, el 31 de julio de 1937 y quien considera que su mejor filme fue el primero, es decir, un cortometraje de 3 minutos que llamo “El Poroto”, el cual no aparece en los libros de historia, pero que develara en una entrevista para el programa La Historia En La Profundidad, conducido por Sandro Velarde.

Lo cierto es que el cineasta boliviano tiene una prolífica y multipremiada producción cinematográfica, aunque de todo ese universo, hay que elegir un filme y una de las joyas más valoradas del cine boliviano es justamente “Sangre de Cóndor” (Yawar Mallku, 1969), una cinta descriptiva y reveladora que se adentra en el centro neurálgico de las comunidades indígenas bolivianas.

Por medio de un seguimiento puntual, en el que la lente va campando a detalle el momento en el que una tribu quechua se decide a resarcir el daño que le fue provocado por una organización estadounidense a sus mujeres, esterilizadas sin su permiso y todo permitido y bajo total conocimiento del gobierno boliviano, Sanjinés nos introduce en un mundo diferente, lleno de tradiciones y costumbres locales.

Sobre el cine peruano y Fernando Espinoza, integrante del llamado Grupo Chaski, fundado en 1982, el cual integraba junto con Alejandro Legaspi, Stefan Kaspar, Fernando Barreto y María Barea, también hay muchas cosas interesantes que decir, en particular, de la fabulosa aportación que hizo al séptimo arte inca​.

Espinoza filmó en 1984 una cinta de carácter que, como mi recomendación anterior, escarba en las costumbres y el micro universo integrado por los peruanos que viven en comunidades alejadas a las grandes ciudades, aunque en “Gregorio”, nos muestra el choque de un chico y su familia, al intentar embonar en una urbe, teniendo que modificar toda su concepción del mundo.

El filme, protagonizado por Marino León de la Torre, fue acreedora de diversos galardones a lo largo del mundo, entre los que destacan el Premio a Mejor Director en el II Festival de Cine de Bogotá en 1985 y el Premio ‘Medio exterior’ en el XI Festival Internacional de Cine Iberoamericano en Madrid.

Finalmente, hablar del séptimo arte ecuatoriano es complejo, sin mencionar a sus grandes exponentes como Tania Hermida, Javier Andrade, Camilo Luzuriaga, entre muchos otros, pero en este recuento quiero enfocarme en Sebastián Cordero, quien filmara su ópera prima, “Ratas, ratones, rateros” en 1999 y es justo ese filme el que quiero recomendar.

En este filme protagonizado por Carlos Valencia personificando al delincuente Ángel, Cordero saca a la luz las arterias ocultas de Quito, mostrando los espacios suburbanos de la ciudad, sus costumbre, realidades y deja ver a los habitantes de estos barrios complejos, donde se observa lo más bajo de la sociedad, asoleada por la delincuencia sin ningún tapujo.

Sin duda, solo una pequeña vitrina de exposición para filmes de las tres naciones sudamericanas, que podrá encontrar en Internet para verlos en casa.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook, “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter y “Cinematógrafo 04” en Spotify.