Veamos

En la entrega anterior aventé una botella al mar: la invitación a sumarse a un reto de limpieza para generar elementos positivos en nuestro interior, en nuestro entorno y en nuestra comunidad cercana llamada familia, amigos, compañeros de trabajo, y por supuesto, en nosotros mismos. El reto consiste en evitar criticar, juzgar, no contar chismes y no quejarnos, de nada ni de nadie, nosotros incluidos.

Aunque la idea inicial es de un pastor, esta invitación no involucra ningún credo. Él propone usar una pulsera morada (que él comercializa), pero lo puedes hacer con cualquier listón o reloj. Cuando notes que hablas mal de alguien o cuentes algún chisme, deberás cambiar de brazo tu pulsera y empezar de nuevo, hasta que hayas cumplido los veintiún días seguidos sin incurrir en ninguno de los puntos señalados.

Aceptaron cuarenta amigos y lectores. A cada uno les consulté si los podía apuntar en una lista, cinco de ellos declinaron antes de empezar. Le pregunté al resto si podríamos intercambiar experiencias y aceptaron. Todos coinciden que es un reto muy difícil y que no eran conscientes de cómo criticaban y chismeaban tanto ellos como las personas con las que se relacionan.

El primer día para la mayoría fue el más pesado y tuvimos que cambiar la pulsera hasta diez veces o más, confieso que a mí me llevó un par de días, igual que a otros cinco amigos. Fue incómodo estar en charlas negativas sobre personas ausentes y con afirmaciones sin fundamentos. En lo personal, cuando fui testigo de lo anterior en una mesa, les dije amablemente que estaba en ayuno y me retiré un momento.

Una amiga que entró al reto con su marido me comentó que ya había perdido él porque la criticó un par de veces en menos de media hora. Le respondí que el chisme también cuenta y que ella también debía cambiar la pulsera. Otra amiga me compartió que ha sido difícil controlar los pensamientos y emociones en medio de tanto ruido. Que se percató que está lejos de ser sabia y evolucionada, pero sabe que poco a poco lo hará un hábito. Veamos quienes lo logran.

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