EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS  

Gabriel García Márquez publicó en 1985 “El amor en los tiempos del cólera”, historia del amor puro que dicen tiene como inspiración el matrimonio de sus padres. Un amor que hasta la muerte mantuvo unidos a Juevenal Urbino, a Fermina Daza y a Florentino Ariza. A la pregunta de hasta cuándo se podría seguir en ese ir y venir del carajo, la respuesta que Florentino tenía preparada hacía 53 años, 7 meses y 11 días con sus noches es muy clara: toda la vida.

En los tiempos del coronavirus lejos estamos de presenciar muchas historias de amor eterno. Por el contrario, lo que ha sucedido es que se postergan bodas, aumentan los divorcios y se prevé un mayor número de casos de violencia doméstica.

Sobre el matrimonio dice García Márquez que el problema es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno, ubicando esta problemática en aprender a dominar el tedio de la vida conyugal. Pareciera que la convivencia forzada llevará muchas relaciones al límite.  Lo que podemos ver como broma en los miles de memes que inundan las redes sociales, y seriamente, en las notas de los medios de todo el mundo que dan cuenta del aumento del número de divorcios derivado de la cuarentena.

No estamos ante un fenómeno nuevo, muchas relaciones sienten antes y aun después el abismo del desencante, que la conmoción del amor. Países europeos donde los períodos vacacionales en verano son de un mes muestran esta misma tendencia de aumento de divorcios al regreso de vacaciones. La cuarentena no hace más que exacerbar los efectos negativos de este fenómeno, porque pocas personas advierten a tiempo que es más fácil sortear las grandes catástrofes matrimoniales que las miserias minúsculas de cada día.

Vendrá luego nos dicen una severa crisis económica, con la enorme probabilidad que la recuperación sea lenta. Contrario a lo que nos dice García Márquez el amor no se hace más grande y noble en la calamidad, pero es cierto en muchos casos que lo más importante para un buen matrimonio no es la felicidad sino la estabilidad. Este contexto de crisis en las relaciones de pareja y en la economía es caldo de cultivo propicio para el desamor y para las fricciones. El factor de riesgo en materia de seguridad pública se centra de acuerdo a analistas en el aumento en los casos de violencia intrafamiliar.

Hoy se cuenta con válvulas de escape a la presión social y económica que hace años no existían. Actualmente es posible acceder al divorcio judicial en una forma relativamente sencilla. Por otra parte, tenemos también la posibilidad de acudir a la figura del divorcio administrativo y al divorcio notarial. Todos estos son procedimientos sencillos y accesibles que permiten resolver una importante cantidad de conflictos familiares.

Por otra parte, existen nuevas figuras legales y autoridades especializadas que combaten la violencia familiar, en especial aquella que se ejerce en contra de mujeres y menores, actores especialmente sensibles y vulnerables en estos casos de violencia.

El tiempo del cólera es el inicio de la historia de amor que escribió García Márquez, el tiempo del coronavirus parece ser el fin de muchos matrimonios. La ventaja es que en nuestros tiempos nadie está condenado a aguantar toda la vida ese ir y venir del carajo.