A LA BÁSCULA

Elección a la vista 

Este año en todo el país solamente habrá un par de elecciones, la de Hidalgo donde se elegirán alcaldes, y la de Coahuila, donde se renovará el Congreso local, y aunque electoralmente en el entorno nacional 2020 no tiene un gran peso, como sí lo tendrá el año entrante, para nosotros el proceso sí es importante y por ello desde ahora hay que irnos preparando y mentalizando para acudir a las urnas y ejercer libremente nuestro voto.

Mucho se habla de que como elección ‘huérfana’ -porque no va acompañada por elección para Gobernador o alcaldes-, la del primer domingo de junio en nuestro estado, dicen las tendencias, tendrá una muy baja participación, y aunque suene un poco a utopía, quisiera pensar, creer, que no va a ser así que, si bien no haya una supervotación, sí se de una aportación importante de la sociedad coahuilense.

Con todos los bemoles, el partido que va más avanzado de cara a la elección, es el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ya tiene definidos, y debidamente registrados a sus 16 representantes que contenderán en cada uno de los distritos. La intencionalidad del tricolor es recuperar el terreno perdido y obtener en las urnas el número suficiente de curules para alcanzar la mayoría en la próxima legislatura, que es la acompañará en la segunda parte de su mandato al gobernador Miguel Ángel Riquelme.

En La Laguna, Samuel Rodríguez, viejo lobo de mar en las lides partidistas y electorales, es el encargado de llevar a buen puerto la elección para su partido en los distritos que tienen cabecera en territorio lagunero. La encomienda no es sencilla, pero del tamaño del problema, es la capacidad probada que ha mostrado Samuel.

En los distritos laguneros, el priismo ha conjuntado una fórmula que es una amalgama de experiencia y juventud. Por un lado, aparecen los nombres de Shamir Fernández Hernández, Eduardo Olmos Castro, Jorge Abdala y Raúl Onofre Contreras; en la contraparte están Hugo Dávila Prado y Olivia Martínez Leyva.

Es decir, tres ex alcaldes y un ex diputado y eterno aspirante a la alcaldía de Torreón. Los que ya fueron presidentes municipales tendrán indudablemente que cargar durante la campaña con los resultados obtenidos durante sus respectivas administraciones, sean buenos o malos, y por ese tenor se irá inclinando la balanza de la decisión de los electores.

Le doy un ejemplo con las dos caras de la moneda, en San Pedro Jorge Abdala es un tipo querido por la mayoría de la gente, es un hombre de campo, de trabajo que antes de que empiece a aparecer el sol, ya anda en su rancho, ensuciándose las botas, sobándose el lomo, y es un hombre sensible, solidario, y eso la gente lo sabe. Qué no es fácil la tarea que le espera para ganar la elección, cierto, pero nadie dijo que iba a ser así, y además Jorge es un hombre que sabe enfrentar y superar los retos que se le presentan.

En el lado opuesto de la moneda está Raúl Onofre, quien a pesar de que jamás explicó un empréstito –y endeudamiento al Municipio de Matamoros-que obtuvo al final de su primer periodo como alcalde, volvió a ganar una segunda elección para el mismo puesto, y aunque Juan Carlos Ayup ganó la siguiente elección para su partido -pero sólo para la alcaldía de un año-, el papel de Onofre fue fundamental para que Juan Carlos no repitiera para la alcaldía de tres años.

La gente no ve con buenos ojos a quien dos veces fue alcalde y no tuvo nada de transparencia en el manejo de los recursos públicos, pero, además, gestionó y logró para su esposa una diputación local, y ahora él nuevamente va en busca de una curul. Es decir, entre Raúl y su esposa, como si fueran puestos de su propiedad, se los pasan el uno a la otra y la otra al uno. Aquí sí ni cómo ayudarle porque va contra sí mismo en las urnas.

En los casos de Olivia y Hugo, ambos por periodos cortos ya fueron presidentes del Comité Municipal del PRI en Torreón. Hugo va en busca de su primer puesto de elección popular, y Olivia perdió ya la anterior elección en la que buscaba una diputación, y en la que siempre he creído que la formula la integraron al revés, porque su suplente era Arcelia Ayup Silveti.

Al que parece que se le alinean los astros, es al ex alcalde torreonense Lalo Olmos, en su distrito, el IX, el aspirante por el PAN es Fernando Izaguirre que va por la reelección y quien, pese a los tres años de representar a ese sector de la población, en una medición reciente tiene un nivel de conocimiento entre los votantes acaso cercano al 10 por ciento, quizá porque los ciudadanos nunca más lo vieron regresar a su distrito.

Ni aún el propio PAN ha definido concretamente a todos sus candidatos, y el resto de los partidos, menos, no se diga en Morena, donde cada tribu trae su lista, pero son demasiadas cachuchas y sólo 16 cabezas las que hay por cubrir. Decía un ex gobernador que las elecciones se ganan un año antes, y algunos van muy ‘quedaditos’, y de ese tamaño son sus aspiraciones y posibilidades de ganar en las urnas.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba