Niega obispo haber intervenido en liberación de homicida 

Luego de que el presidente del Tribunal de Justicia de Coahuila, Miguel Mery Ayup, diera a conocer la existencia de una orden de aprensión contra Miguel Gabriel López Vargas −quien cumpliera sólo 10 de los 29 años de prisión que le fueron impuestos por el asesinato de un taxista en 2003, por gestiones realizadas a su favor por la Diócesis de Saltillo−  tras haber violado sus condiciones de preliberación, el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, negó que en su momento haya intervenido para que no cumpliera el total de su condena.

Cabe recordar que López Vargas ingresó al penal de Saltillo, donde conoció a Jaqueline «N», quien impartía un taller de periodismo dentro del Centro de Readaptación Social Varonil y 10 años después, sin explicación concreta, el sentenciado fue preliberado.

Fue el pasado 4 de febrero cuando Miguel Gabriel fue detenido por el delito de robo con violencia en una panadería en la que laboraba por recomendación de una persona cercana a la Diócesis. Sin embargo, horas antes de que se cumpliera el plazo de investigación de 48 horas, la propietaria del establecimiento le otorgó el perdón por solicitud del religioso.

Ante esto, según Mery Ayup, el homicida tendrá que regresar al Centro de Readaptación a cumplir el resto de su condena original.

«Jamás nadie me ha pedido que vaya a defender ni me toca a mí intervenir en los procesos judiciales. Ahora resulta que yo soy el que pongo fuera a todos los acusados (…). Ya estuvo bien, qué historias. A nadie he intervenido para que lo saquen, a nadie», comentó para medios, el obispo Raúl Vera López. (OMAR SOTO)