UN ASALTO QUE ALERTA

El asalto del domingo pasado a un restaurante del bulevar Independencia en Torreón, alertó a la ciudadanía y a las autoridades locales y estatales y hasta las confrontó respecto a las medidas adoptadas para la prevención del delito.

Torreón no es lo que era hace ocho años en materia de seguridad, por ello lo ocurrido en el Tacotote, de Independencia y Francisco I. Madero, un sector 100 por ciento comercial,  debe obligar a las autoridades y corporaciones policiacas a revisar protocolos y herramientas contra la acción de los delincuentes. Nunca se debe bajar la guardia y parece ser que es precisamente lo que ocurrió.

El alcalde Jorge Zermeño Infante ofreció incrementar los rondines, lo que significa reconocer por lo menos tácitamente, que estos se habían relajado. El edil también aprovechó para señalar que el sistema 911 deja mucho que desear, pues la respuesta es lenta ante las urgencias inherentes a un asalto con comensales dentro del establecimiento.

De hecho la autoridad municipal está mandando a un lado al 911, pues a decir de Zermeño prefieren difundir el número directo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal para poder atender más rápidamente las llamadas de urgencia. Con ello, sin embargo, no concuerda el Consejo Ciudadano de Seguridad, organismo para el cual la vía más rápida para denunciar un ilícito es el 911.

Mientras tanto, Torreón y Monclova –bajo gobiernos panistas- siguen siendo los únicos municipios de los 38 que tiene Coahuila, que no se han sumado al Mando Único, modelo que el gobernador Miguel Ángel Riquelme presume como una herramienta eficaz que ha permitido que Coahuila sea ejemplo a nivel nacional en la coordinación de las corporaciones policiacas y el Ejército Mexicano, en el combate al crimen organizado y en la disminución de los índices de delincuencia.

Lo cierto es que después del asalto al mencionado restaurante, urge que las autoridades de los tres ámbitos de gobierno vuelvan a reunirse con ánimo de colaboración, de reconocimiento de los errores y de revisión de las tácticas que desemboquen en una mayor eficiencia en la prevención de hechos delictivos.