PLAZA CÍVICA

Tuvimos una contracción económica. Tenemos otras más

Ya es oficial: México tuvo una contracción económica en 2019. La economía del país es más pequeña hoy que en 2018, y es más pequeña aún porque la población creció. En palabras llanas: el pastel se achicó y hay más bocas qué alimentar. Pero de la misma manera que se le metió reversa a la economía durante el primer año del sexenio lopezobradorista, de la misma manera se le ha metido reversa a otros tantos temas de la vida pública del país.

La educación va de reversa. La Reforma Educativa de 2013 rompía con el monopolio del sindicato sobre la educación, profesionalizaba la carrera magisterial y establecía un organismo autónomo con el INEE. La contrarreforma educativa de 2019 termina con todo eso, y Elba Esther Gordillo y la CNTE se empoderan.

La seguridad se mueve hacia atrás. Durante 2019 incrementaron los homicidios, feminicidios, extorsiones y secuestros (fuente: Causa en Común). Los estados sin duda tienen una responsabilidad mayúscula en esta historia. Sin embargo, preocupa la falta de proyecto a nivel federal: la militarización de la seguridad, los giros de 180 grados en muchas políticas propuestas y la falta de cuadros técnicos son algunos botones de muestra. El caso paradigmático es Culiacán, donde además Ovidio Guzmán aún no cuenta con una orden de aprehensión.

La salud camina de espaldas. Resulta acertado el afán de centralizar y unificar los servicios de salud, tal y como sucede en muchos países desarrollados. Sin embargo, la eliminación de intermediarios en la repartición de medicamentos, la desaparición del Seguro Popular y la creación del INSABI nos hablan de poca planeación y mucha improvisación. Seis exsecretarios de salud han lanzado advertencias, y el encargado del INSABI no tiene experiencia en el sector salud: fue delegado del INAH en Tabasco.

La energía ve hacia el ayer. La Reforma Energética de 2013 tenía como fin último la entrada de capital privado ante la falta de recursos públicos. Hoy en día las subastas eléctricas, rondas petroleras y asociaciones estratégicas están en pausa, así como las inversiones privadas en energías renovables. Durante 2019 cayó la producción de petróleo y aumentó el costo de la electricidad. La refinería de Dos Bocas será el niño cartel de las consecuencias de un capricho intenso.

El combate a la corrupción anuncia retirada. El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) se ha tornado en un cascarón vacío. La autonomía de la FGR existe solo en nombre, la Fiscalía Anticorrupción no tiene presupuesto, no se han nombrado a los magistrados anticorrupción y el Comité de Participación Ciudadana (CPC) se encuentra desfallecido. La averiguación patito y posterior exoneración de Manuel Bartlett lo dice todo.

El Estado va en retroceso. Con el pretexto de la austeridad, uno de cada tres servidores públicos pertenecientes al Servicio Profesional de Carrera (SPC) han sido despedidos (Reforma, 05/02/20). Lo anterior se ha hecho sin diagnóstico alguno, según un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado. Asimismo, la autonomía de diversos órganos ha sido golpeada: ya sea con su desaparición y reemplazo (INEE) o abierta cooptación (CNH, CRE).

Y desafortunadamente aquí no acaba: podríamos hablar de la contracción en la pluralidad política ante el asedio a medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, la crispación secular con la presencia de las iglesias en diversos procesos políticos, la retracción en la equidad electoral ante el aumento del clientelismo político, el encogimiento de la política exterior mexicana con el aislamiento del país, la caída en la inversión pública, el encogimiento en la transparencia y, finalmente, la convulsión en el debate público ante las innumerables occurencias provenientes del púlpito presidencial.

¿Es todo un retroceso? Claro que no: el impulso al T-MEC fue positivo, han aumentado las capacidades de refinación, el turismo va al alza y la inversión extranjera despega. Sin embargo, el resultado final es claramente negativo, y no se vislumbra cambio de rumbo. Lo inimaginable, una contracción económica causada por errores internos, ya está aquí. Vienen otros inimaginables.

www.plaza-civica.com          @FernandoNGE

 

Autor

Fernando Nùñez de la Garza Evia
Fernando Nùñez de la Garza Evia
Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.
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