Salva IMSS la vida a paciente con lesión en la yugular

Médicos del HGZ No. 2, en Saltillo, aplicaron más de 25 unidades de sangre

Médicos del Hospital General de Zona (HGZ) No. 2, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Coahuila, salvaron de morir a Joel, a quien en una riña casi le trozaron la vena yugular y la subclavia –conductos esenciales para el organismo-, con un arma blanca.

Para evitar que se desangrara le aplicaron 25 unidades de sangre, fue sometida a una intervención quirúrgica que se prolongó por más de seis horas, en la que participaron cuatro médicos, dos de los cuales acudieron al hospital por vocación -ya que ese día no estaban de guardia-, personal de enfermería y una anestesióloga.

El especialista en cirugía general, Armando Mendoza Sosa, recuerda que el paciente ingresó un domingo en la madrugada, extremadamente grave y casi al borde de la muerte, con una lesión de más de siete centímetros que iniciaba en el lado izquierdo del cuello, en diagonal hacia abajo y a la derecha, como una “Y”, que desgarró las venas en mención y a través de la cuales se estaba desangrando.

Debido a la dificultad para localizar con exactitud los sitios dañados, los médicos tuvieron la necesidad de extender la abertura, hasta detectar las áreas lesionadas.

Al ver que el estado del paciente era crítico, el subdirector de guardia buscó personal de apoyo y movilizó recursos. Llamó a dos cirujanos, uno de ellos especialista cardio-torácico, que a pesar de estar en día de descanso acudieron al hospital y participaron en la intervención.

Con apoyo de los directivos del HGZ No. 1, se trasladaron diversos paquetes de concentrados globulares (sangre, plasma y plaquetas) al nosocomio en ambulancia, con torreta abierta para arribar lo más pronto posible.

Las heridas internas y externas ameritaron 70 puntadas, de manera que si se unieran las suturas alcanzarían un metro. La vena yugular es una de las más importante del cuerpo humano, ya que recibe sangre del cerebro, cara y cuello, y se une a la vena subclavia, que se ubica entre el pecho y el cuello, a la altura de la clavícula.

El cirujano en laparoscopía Óscar Charles Rodríguez, explicó que el cuerpo humano requiere de cinco litros de sangre para vivir; sin embargo, lo que le estaban administrando al paciente lo perdía por lo grave de la herida.

Recordó que ese día estaba a punto de salir de la ciudad, cuando le llamaron para que apoyara en la intervención del paciente; al arribar, los doctores Armando Mendoza Sosa y Marco Tulio Hermes Alvarado, otorgaban los auxilios necesarios a Joel.

Charles Rodríguez señaló que la comunicación que se tuvo entre el equipo multidisciplinario fue determinante para que Joel ahora esté con vida.

El cirujano cardio torácico adscrito al HGZ No. 1, Johnny Emanuel Robles Martínez, reveló que en cuanto se enteró del paciente con lesión vascular grave, acudió al HGZ No. 2.

Debido a que el paciente había perdido siete litros de sangre y la presión era cada vez más baja, se tomó la decisión de ligar (taponear) la vena subclavia. La anestesióloga se encargó de reponer la sangre y utilizó medicamentos para mantener la presión lo más estable posible. Al cabo de aproximadamente dos horas lograron parar el sangrado, la presión y frecuencia cardiaca se normalizaron y, en términos generales, el paciente volvió a tener signos vitales.

Posteriormente, atendieron una lesión en el pulmón derecho que se colapsó en la agresión, a través de una sonda pleural (que los infla de nuevo); y al término, ingresó a terapia intensiva. Después de dos días se manifestó el mismo daño pero ahora en el pulmón izquierdo, por lo que hicieron el mismo procedimiento.

De manera gradual, los médicos retiraron el respirador, disminuyeron los fármacos para la presión y, al concretar una evolución favorable, egresó de terapia intensiva y se canalizó a piso.

Secundario al ligamento de la vena subclavia (que se encarga de drenar la sangre del brazo al tórax), presentó inflamación en el brazo derecho, razón por la que se sometió a interconsulta en el servicio de angiología del HGZ No. 1, donde también estuvo internado. Gracias a las atenciones de los especialistas, no tiene secuelas y realiza movimientos normales.

EN EL IMSS ME SALVARON LA VIDA: JOEL 

Joel tiene 35 años de edad, es originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, trabaja en una empresa de la rama automotriz, y desde hace siete años radica en Coahuila, donde, aseguró, nunca ha sufrido maltrato ni discriminación.

La madrugada del día 18 de agosto del año pasado, estaba en una fiesta de amigos, en la colonia Villa Sol, en el municipio de Ramos Arizpe, donde convivía con seis personas, entre ellas su ex pareja sentimental y autor del ataque.

Precisó que su agresor, antes de marcharse de la casa, le trató de cortar el cuello con un cuchillo. Vecinos que se encontraban en la calle lo defendieron y auxiliaron. Cuando recuperó el conocimiento, estaba en el hospital.

“NUNCA LOS VOY A OLVIDAR”

Destacó que gracias al Instituto y a cada uno de los médicos, él está con vida, y es algo que jamás podrá pagar. Dijo que la atención fue estupenda en terapia intensiva y en todo el hospital.

Con una sonrisa dijo que recuerda los rostros de los médicos: “No los voy a olvidar nunca, siempre estaré agradecido”. Agregó que se lleva cariño que fuera de ahí nunca sintió, ni en lo personal ni laboral.

Reconoció que percibió al equipo multidisciplinario como una familia, y el sentido humano que demostraron los médicos al presentarse en su día de descanso, exclusivamente para atender su caso.

Confirmó que en el Seguro Social hay medios y médicos con las especialidades necesarias para salvar vidas.

A Joel se le dio de alta el 31 de agosto del 2019, con la indicación de tener reposo absoluto, y con cuidados especiales, su evolución fue muy favorable. Continuó en observación como paciente ambulatorio, en noviembre se concretó su alta, y actualmente realiza sus actividades laborales, su vida normal y afirma que se siente muy bien. (EL HERALDO)