La diputada del PAN, María Eugenia Cázares Martínez solicitó a la Fiscalía General del Estado, llevar a cabo una investigación para determinar a los responsables de haber filtrado imágenes de las víctimas de la tragedia en el Colegio Cervantes de Torreón.
Lo anterior mediante una Proposición con Punto de Acuerdo donde la Diputada mencionó que el día de la tragedia, desde temprana hora se empezaron a filtrar imágenes de dicho evento en las redes sociales, imágenes que por motivos legales, de derechos humanos y de ética, no deben darse a conocer de manera pública, menos cuando involucran a menores de edad
“Este tipo de fotografías no solo atentan contra los derechos de los menores, sino que ofenden y lastiman gravemente a sus familiares y seres queridos, contribuyendo a incrementar el dolor generado por este tipo de situaciones” manifestó.
Además, de acuerdo al Artículo 77 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, se considera violación a la intimidad de niñas, niños o adolescentes cualquier manejo directo de su imagen.
Las sanciones para quienes difundan imágenes de cadáveres de menores de edad se castigan con multas que van desde los 3 mil hasta los 30 mil salarios mínimos, de acuerdo a lo dispuesto por el párrafo segundo del artículo 149 de este ordenamiento.
María Eugenia Cázares dijo que el problema de la filtración en redes sociales de imágenes de víctimas de la violencia no es nuevo en el país; pero lastima mucho más cuando se trata de menores de edad, de niños.
Mencionó que si bien, la Fiscalía General del Estado anunció que investigaría la filtración de estas imágenes, no debe quedar en solo palabras, debe hacerse justicia y aplicarse la ley a los responsables. (UNIMEDIOS)
Autor
Otros artículos del mismo autor
- EL MUNDO25 abril, 2024Caen las aspas del cabaret parisino Moulin Rouge
- EL MUNDO25 abril, 2024China lanza nave espacial tripulada Shenzhou-18
- EL MUNDO23 abril, 2024La NASA recupera el contacto con la Voyager 1; la nave más alejada de la tierra
- EL MUNDO19 abril, 2024Insólito: Un gato callejero va cada año por su cuenta a checarse en una veterinaria rusa