EN EL TINTERO

Pura imagen

A propios y extraños sorprendió el más reciente cambio en el gabinete del Gobernador Miguel Ángel Riquelme en una de las áreas más delicadas que, en apariencia, ha mostrado los mejores resultados en la entidad y se trata de la Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila.

El Comisario Director General de Prevención de Delitos Cibernéticos de la División Científica de la Policía Federal, José Luis Pliego Corona, llegó a la entidad como titular de la SSP el 23 de marzo de 2018 con uno de los currículos más impresionantes que se pueden encontrar.

Con todo y su trayectoria, el pasado 20 de enero dejó de ser el titular de la corporación y aunque se dijo que era renuncia, Riquelme Solís claramente expresó que se dio en mutuo acuerdo, es decir, que había inconformidad en su desempeño, “entre razones personales y necesidades de la entidad”, declaró el Mandatario al confirmar la noticia.

Pliego Corona es maestro en Administración Pública (INAP), Licenciado en Derecho (UNAM), cuenta con un Diplomado en Mando Policial (CIDE), Diplomado en Seguridad Nacional (CISEN), Diplomado en Género e Igualdad (INESGE), Certificado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, FBI y HSI, Certificado por la Fiscalía General de Colombia.

Se ha desempeñado como Policía Federal desde el año 2000. Comisario General, Policía Ministerial del Estado de México (2010- 2012). Condecoración Mención Honorifica otorgada por el Consejo Federal de Desarrollo Policial de la Policía Federal, 2017.

Obtuvo la medalla al Mérito en Seguridad, 2011, tomó cursos en materia de Seguridad Nacional y Seguridad Pública, Actualización en las Funciones de Seguridad Pública, Especialización Operativa, Servicios de Inteligencia en el Mundo, Inteligencia Policial y Política Criminal, Fortalezas y Vulnerabilidades de la Seguridad Nacional en México. Conferencista Nacional e Internacional sobre Seguridad y Justicia en Democracia. ¿Qué les parece?

Trabajó con el mismísimo Enrique Peña Nieto, colaboración que no perdía oportunidad de presumir; pero también con Genaro García Luna en su gestión como titular de la Policía Federal en México, aunque esta no la mencionaba tanto; pues dicho personaje hoy se encuentra preso en Estados Unidos enfrentando cargos relacionados con el tráfico de drogas.

Pareció extraña la salida de Pliego Corona, toda vez que los resultados del Operativo Noreste y la efectiva reacción al ataque en Villa Unión, así como otros sucesos de la delincuencia organizada, aparentaban ser en gran parte producto del trabajo del área a su cargo.

Aunque algunos atribuyen su salida a los vínculos con García Luna, su salida parece más simple, pues fuentes cercanas al tema aseguran que Pliego Corona era sólo imagen.

Efectivamente tenía comiendo de su mano a los empresarios y otros sectores de Coahuila, porque era impecable en su desempeño con las relaciones públicas, pero le faltaba lo más importante: la estrategia y táctica de combate.

Pliego se reveló desde el inicio, no aceptó una vocería en Seguridad, contrató sin consultar síntesis de medios informativos y organizó comilonas con reporteros y directivos de diferentes medios de comunicación para presumir su imagen y su trayectoria, pero erróneamente creyó que esas comidas, en todos los casos, serían un boleto de inmunidad a la publicación de temas en los que se evidenciaron errores de su área.

El exsecretario hablaba de proyectos interesantes que pretendían parecerse a las estrategias del FBI, pero de pláticas soñadoras no pasaba y como Coahuila requiere de hechos, el gobernador optó por definir su salida y apostarle al trabajo de campo en el tema de seguridad, porque los cargos de Relaciones Públicas y Comunicación Social ya están ocupados.

Aunque algunos consideran, y me incluyo, que Sonia Villarreal no es el perfil idóneo, habrá que darle el beneficio de la duda, pues es la primera mujer en Coahuila que ocupa un cargo de este nivel y responsabilidad; y definitivamente se trata de una decisión valiente haber aceptado la encomienda considerando el panorama de inseguridad que actualmente vive el país, del que no está exento Coahuila con el constante acecho de la delincuencia organizada.