DE BUENA FUENTE

Tradición histórica…

Había una vez un rey que quería ir de pesca, por lo que llamó a su pronosticador de clima, para conocer el estado del tiempo durante las próximas horas.

El pronosticador consultó sus aparatos, y le dijo que podía ir tranquilo a pescar, pues no había vaticinio de lluvias.

Como su novia vivía en un castillo cercano, el rey se puso sus mejores galas para ir a visitarla y luego salir de pesca.

En el camino, se encontró con un campesino, que montado en un burro, le advirtió:
-Señor es mejor que regrese al castillo, pues va a llover torrencialmente.

El monarca lo miró fijamente, y luego siguió su camino, pensando;

-¿Que sabrá este pobre hombre de lluvias?, yo tengo al mejor especialista del clima en el mundo, y me aseguró que no habrá nada eso.

Pero resulta que antes de llegar con su novia, cayó un aguacero torrencial que empapó sus ropajes reales, y lo hizo el hazmerreír de la princesa.

De regreso al Castillo, el rey corrió al famoso pronosticador, buscó al campesino y le ofreció el cargo, pero este le aclaró:

-Majestad, en realidad yo no sé nada del clima, pero si las orejas de mi burro están caídas, quiere decir que de seguro llueve.

Entonces el rey contrató al asno, y así comenzó la tradición de contratar burros como asesores, que desde entonces tienen los puestos mejor remunerados en el gobierno.

¿Dónde he oído eso?

 

Reyes y sus circunstancias…

En la mañanera de este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que ex delegado federal en Jalisco, Carlos Lomelí, resulto culpable en las investigación que por corrupción realizo la Secretaria de la Función Publica.

El mandatario nacional dijo que aún hay varios delegados federales se encuentran en la mira de la dependencia federal.

Es posible que entre estos se encuentre el delegado federal coahuilteco, Reyes Flores Hurtado, pero de seguro saldrá sin macula de esta investigación.

Y es que el problema de Flores Hurtado no es la corrupción, sino su falta de empatía social, su aislamiento funcional y operativo, y el síndrome de Procusto, que cada día se le agudiza.

Reyes no ha perdido lo “fifi”, de cuando ocupó el liderazgo estatal del Partido Acción Nacional,  y como aquella popular canción, “para abajo no sabe mirar”…

El ex dirigente albiazul no es dado a la corrupción, como se dice del senador Armando Guadiana Tijerina, pero su aislamiento social es una barrera infranqueable.

 

 

 

Autor

Ulises Salas
Columnista
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