Fue una mujer buena, llena de luz y querida por todos; señalan amigos y compañeros de Magdalena Aguilar Dubois

Este viernes, en las capillas Renacimiento, ubicadas al norte de esta ciudad, se llevaron  a cabo las honras fúnebres de la maestra de la Facultad de Economía de la UA de C, Magdalena Aguilar Dubois, quien el pasado miércoles fue privada de la vida de forma violenta en el interior de su propio domicilio, ubicado en el fraccionamiento Residencial Misiones.

Luego de estos lamentables hechos, amigos y compañeros que convivieron con la docente, aseguraron no dar crédito a la manera en que dejó de existir Aguilar Dubois, dado que era una mujer buena, llena de luz, y muy querida por todos, además de cumplir de manera excepcional con su deber como madre de familia.

“Magdalena fue una mujer que estaba siempre con la sonrisa en sus labios, muy alegre y muy positiva. Muy entregada y dedicada a su trabajo, pero sobre todo a sus hijos. Yo creo que no hay persona que tenga algo en contra de ella, siempre fue una persona muy buena, y sobre todo, llena de alegría. Siempre la recuerdo con su sonrisa, con su alegría. Era alguien muy querida por todos, una mujer con muy bajo perfil, pero quienes la conocíamos sabíamos de su capacidad y su inteligencia. A mí, como a todos los que la conocíamos, me impactó mucho su muerte, pero siempre tendremos un hermoso recuerdo de ella”, dijo el coordinador general de Innovación y Desarrollo Productivo de la UA de C, Julián Anzaldúa Gutiérrez.

Por su parte, Graciela Rodríguez, de la agrupación de Madres de Familia del Tecnológico  de Monterrey, aseguró que la maestra fue una gran compañera y amiga, quien a pesar de la difícil situación en que se encontró luego de quedar viuda, supo salir adelante con dedicación y empeño.

“Yo tenía muchísimos años de conocerla desde que sus hijos estaban en preescolar, fueron muchos años de conocerla, era una mujer ejemplar, una madre muy entregada a su rol, a los pocos años de casarse enviudó y realmente ella asumió el papel de padre y madre al cien por ciento. Por eso era una mujer totalmente digna de admiración, porque siempre fue una persona muy positiva, en lugar de quejas, siempre había una alternativa de felicidad para su vida, siempre fue ejemplo de compañera, de madre, de amiga, nunca escuché un comentario negativo de ella, siempre veía la vida de manera positiva y ejemplar”, dijo la entrevistada.

“Era una mujer entera, íntegra, alegre, llena de Dios Nuestro Señor, era una mujer llena de luz, y esa luz la compartió siempre con los que tuvimos el privilegio de conocerla y tener su amistad, era una mujer que a pesar de las dificultades que enfrentó debido a su viudez, siempre vio la vida con alegría y con optimismo. Le damos gracias a Dios que nos permitió conocerla, encontrarla en el camino y nuestras oraciones y las de toda la agrupación están con ella, con sus hijos y su familia”, comentó por su parte Claudia Portillo Ortiz, dirigente de la Agrupación de Esposas Cristianas, a la que también perteneció la maestra Magdalena Aguilar. (ÁNGEL AGUILAR)