Coahuila cuenta con una nueva ley de ganadería

En proceso la nueva Ley de Desarrollo Rural Sustentable

Después de 50 de años de haber sido expedida la Legislación Ganadera en el Estado y no haber sufrido cambio de contenido alguno en los últimos 40 años, era de sumo interés para el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís dotar de un nuevo marco legal a la ganadería de la entidad, que permita su desarrollo armónico y organizado en base a las condiciones y circunstancias actuales.

Así, el pasado 27 de noviembre el titular del Ejecutivo envió al H. Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza una iniciativa de decreto para la expedición de la Ley de Ganadería del Estado.

“La Ley de Fomento Ganadero vigente en Coahuila data de 1969, y su última reforma de contenido fue en 1980”, comentó el Gobernador, por lo que a la fecha es la ley de ganadería más antigua del país.

Riquelme Solís señaló que para lograr los objetivos que productores y Gobierno se han planteado, como elevar la condición zoosanitaria, la mejora de los ingresos de los ganaderos, así como la seguridad y certidumbre jurídica con que ellos pueden realizar su actividad, se requería un nuevo marco jurídico adecuado a las necesidades del sector.

“En relación a la Nueva Ley de Ganadería, el objetivo es fomentar la actividad ganadera con fines de consumo, comercialización interna y externa, industrialización e investigación, mediante una regulación que fortalezca el control sanitario y la calidad de los productos, y la iniciativa fue elaborada con la aportación de ejidatarios, productores, asociaciones ganaderas y sociedad en general”, explicó.

Para ello, abundó el Gobernador, se efectuaron 4 foros de consulta en la entidad, en las regiones Sureste, Laguna, Centro-Desierto y Norte-Carbonífera, con la participación total de 380 personas, registrándose un conjunto de 90 aportaciones de los participantes, que fueron considerada para su inclusión en el documento presentado.

El Mandatario estatal explicó que la nueva Ley de Ganadería para el Estado de Coahuila contempla en forma clara y detallada, entre otros aspectos, la propiedad del ganado, su identificación, su movilización, la organización y coordinación de las autoridades para la inspección y vigilancia, así como para la prevención y sanción de las actividades ilícitas que afectan el patrimonio de los ganaderos y han obstaculizado el crecimiento de tan transcendente actividad económica para nuestra entidad.

También penas más severas para el delito de abigeato, que ahora incluye también el robo de ganado menor. Sanciones administrativas más cuantiosas por movilizaciones irregulares y demás faltas a la Ley, promoción de la capacitación y la especialización de inspectores, certificación de rastros municipales y mejoramiento del estatus zoosanitario del estado.

La iniciativa de  Ley de Ganadería que se pretende sea aprobada a la brevedad por el H. Congreso del Estado está estructurada en 9 títulos, que contienen 26 capítulos, en los cuales se incluye un total de 293 artículos.

Con la aprobación de esta ley, se abrogaría la Ley de Fomento Ganadero para el Estado de Coahuila de Zaragoza, se derogarían diversos artículos de la Ley Apícola que se opongan a lo establecido por la nueva, y se dejarían sin efecto diversos artículos del Código Penal, relativos a la ganadería como el abigeato, dijo.

El Secretario estatal José Luis Flores Méndez reconoció el arduo trabajo que representa la conformación de esta nueva Ley: “Nuestro sector se tiene qué actualizar con esta Nueva Ley de Ganadería, se tiene que resolver la problemática presentada, hay que poner leyes y aplicarlas, llevar como siempre lo mejor de nuestro mercado ganadero al País y al extranjero”.

Agregó  que la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) está trabajando para tener un Proyecto de Ley de Desarrollo Rural Sustentable, toda vez que nuestra entidad no cuenta con un marco normativo que siente las bases para la organización productiva del campo coahuilense.

El objetivo de esta Ley de Desarrollo Rural Sustentable, indicó, es mejorar la calidad de vida de la población del sector rural de bajos ingresos; fortalecer y apoyar a quienes ya realizan de manera exitosa sus actividades, y diversificar de forma planificada mediante alternativas de alta demanda las opciones de producción que actualmente se desarrollan, preservando en todo momento el medio ambiente y de forma sostenible. (EL HERALDO)