A LA BÁSCULA

 La bebe o la derrama 

El año que estamos iniciando luce en muchos sentidos un panorama complejo a nivel global, y particularmente adicionado por la problemática nacional, y todavía más, por las problemáticas regionales que se presentan en cada una de las zonas del país, cada una con sus particularidades.

A nivel nacional, se quiera aceptar o no, el que acaba de terminar fue un año en el que se mantuvo hasta cierto grado la inercia del sexenio anterior, el primer año de la actual administración se mantuvo en parte con el ‘vuelo’ de sus antecesores, aunque desde el primer día se empezaron a gestar y generar movimientos en toda la estructura gubernamental en la búsqueda de lograr el cambio por el que tantos mexicanos votaron durante 2018.

Ahora sí ya con su propio impulso, el de su primer año de gobierno, la autoproclamada Cuarta Transformación deberá empezar a generar resultados, sobre todo en las áreas en que los movimientos de cambio han sido más profundos. Ahora sí las consecuencias de las acciones emprendidas y las decisiones adoptadas, ya no podrán ser endosadas tan fácilmente a quienes les antecedieron, y ya se tienen que empezar a percibir los primeros síntomas, para que finalmente esto no termine por convertirse en ‘gatopardismo’, hacer que las cosas cambien para que todo siga igual.

No se trata ni se puede esperar que el país cambie de la noche a la mañana, es decir, no es un acto de magia en el que con una varita podremos hacer aparecer o desaparecer, lo que nos gusta o nos desagrade, a nuestro antojo. Pero sí se deben empezar a mostrar resultados en áreas tan sensibles como la seguridad, la salud, el desarrollo económico, el crecimiento en el empleo, la inversión pública –que a su vez genera la inversión privada-.

Este año será fundamental además políticamente para el partido del Presidente, ya que, aunque en 2020 sólo habrá elecciones en Coahuila, donde se renueva el congreso local; y en Hidalgo, donde se eligen 84 presidentes municipales, 2021 es un año coyuntural.

El año entrante, además de ser el de la elección intermedia federal, estarán en juego las gubernaturas de Baja California –aunque en este caso se está a expensas de si se mantiene o echa abajo la famosa ‘Ley Bonilla’-, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas. En 27 estados se elegirán congresos locales y en 28 más, entre ellos Coahuila, renovarán sus alcaldías.

Para llegar pleno y con fuerza a la mitad del sexenio, Morena dependerá en mucho de los resultados que ofrezca el Presidente, a partir de éste que es su segundo año de gobierno. Andrés Manuel López Obrador necesita mantener la mayoría en el Congreso federal en la elección intermedia para la segunda parte de su mandato, y que le ayuden a cerrar de la mejor forma. Para, a diferencia de otros tiempos en los que se decía ‘el presidente propone y el congreso dispone’, seguir con las ‘propuestas’ del presidente y que en el Congreso de la Unión se le respeten a pie juntillas ‘sin cambiarle una coma’.

Para que esto último suceda, dependerá en gran parte de los resultados que puedan ofrecer los integrantes del gabinete en las áreas más sensibles en las que, o la beben o la derraman, y cualquiera que sea el resultado al final de año, indudablemente que impactará en las elecciones del 2021, e inclinará la balanza en un momento dado, hacia cualquiera de los dos lados.

Si se quiere que la inclinación de la balanza sea en favor de Morena y López Obrador, este tiene que ser un año de resultados muy tangibles: En seguridad sobre todo, donde a querer y no, se tendrá que ir dando un viraje, particularmente luego de que ha quedado más que probado que lo de los abrazos no ha sido una estrategia eficiente.

En ese sentido, el Gobierno Federal ha reconocido que el esquema y la reacción mostrada por el Gobierno de Coahuila tras los embates de los grupos delincuenciales, han dado resultados mucho más eficientes, y hacia allá deberá empezar a redireccionar su estrategia.

La salud, el empleo, el crecimiento económico son algunos de los otros temas sensibles, pero hay sectores que esperan mejores cosas como el campo, la educación, la cultura, el deporte, la investigación.

Este será pues un año crucial para determinar el rumbo que en los siguientes años tomará el país porque, ¿se imagina el hipotético caso en que Morena perdiera el año entrante la mayoría en la Cámara de Diputados? Por eso dependiendo de los resultados que se ofrezcan al cerrar este año, ‘o la beben o la derraman’.

 

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@JulianParraIba