DESTILAR LOS SENTIDOS

¿Cómo hablarle al ocaso de este año? ¿Es posible destilar los sentidos? ¿Pararse sobre una montaña para verse en retrospectiva, o visibilizarse en un porvenir venturoso? Todo está dicho: cada día nos fue dado para saber que los hechos son aislados y que cada cual lo percibe de acuerdo con sus circunstancias.

Tuve perdidas, como la del Oliver, nuestro perro pug que formó parte de mi familia por diecisiete años. Escribí en este espacio las emociones que nos regaló su vida canina y gracias a ello recibí la cercanía de un ser extraordinario que me ayudó en éste y otros álgidos procesos. Mi querido amigo Ramón me compartió su saber y sentir. Le conté mis temores de no ser suficiente en algunos planos y proyectos, y cuando le mostraba los resultados, me dijo que la única que lo dudó fui yo misma.

Tengo la fortuna de contar con maravillosos amigos, quienes me demuestran en este caminar que somos polvo de cometa, seres duales que se quiebran y se reinventan. Que podemos tenerlo todo si laboramos en este propósito. Con ellos me muestro tal como soy, no es importante si nos dejamos de ver, ni dónde vivan, cuento con su cariño y solidaridad.

Me fue posible en un mismo día caminar en el fango, en las nubes, en el fuego y en el agua. Pude soñar con seres de luz o demonios encarnados. Mis vivencias me dejaron claro que puedo brincar charcos de utopías para llevarlas en la piel. Pondero la comodidad sobre las marcas; la tranquilidad sobre la zona de confort; grito las verdades, aunque no sean favorables. Lejos de cualquier acto de egoísmo, celebro ser mi mejor amiga, mamá y novia. Permito nuevos desafíos y sé que todo es perfecto, si encuentro o no la gloria.

Con la misma dignidad que acepto un lugar especial que me otorgan, tomo el que me corresponde para servir a otros. Puedo decir no, sin sentirme culpable. Limpio mi espacio con quienes no esté de acuerdo con sus actos. Comparto tiempo con mi familia y su nuevo integrante: Tírolo, mi perrito chihuahueño. Sí: cada día se logra ser diferente. Más que bienvenido el bebé 2020 para destilar los sentidos.