Entre fiestas, dicha e historia: el origen de la Navidad

La navidad es una fecha de tregua, ese momento en el que recordamos que aunque  los años fueron difíciles, siempre viene un nuevo comienzo. La navidad  está cerca y las calles de nuestra ciudad nos lo recuerdan. Al pasar por plaza de Armas destaca el hermoso pino que la adorna, luces y más luces recorren nuestro bello centro histórico. Al pasar por las calle de Corona o Juárez me he topado varías veces un señor en moto vestido de Santa Claus que resuena su campana gritando feliz navidad, la gente lo mira y sonríe, como si de alguna manera nos transportáramos a nuestra infancia.

Todos hemos escuchado grandes historias sobre la navidad, pero seguro te preguntas ¿Dónde y cómo nace esta costumbre? Todo comienza cuando Francisco de Asís recorría las calles de Belén y observa la ceremonia que se hace en honor al nacimiento de Jesús, por lo que en el año de 1225 crea una reproducción del nacimiento en la ciudad de Italia. Posteriormente esta celebración toma gran importancia en toda Europa. La navidad llega a España   adquiriendo un gran significado religioso, pues se celebraba el nacimiento del hijo de Dios. Con la llegada de los españoles a México llegaron también estas creencias, las cuales no fueron del todo aceptadas por los indígenas. Para cambiar las ideologías de la sociedad, los españoles tuvieron que ejercer un gran biopoder (control de mente y cuerpo)  en la población nativa.

Muchos de los símbolos que representan las fiestas navideñas como las piñatas, villancicos o pastorelas fueron traídos por los evangelizadores españoles, principalmente los franciscanos. El pesebre fue una de las representaciones  más populares e importantes, pues se señalaba a la sagrada familia y la humildad, creando así la ideología de que Dios estaba presente en todos los lugares, incluso en los más humildes. La enseñanza de las tradiciones religiosas fue realizada a través de imágenes y ejemplos, esto para que los indígenas entendieran de una forma más gráfica el significado del bien y el mal. Las piñatas debían tener siete picos que representaban los pecados capitales: Ira, lujuria, pereza, gula, avaricia, envidia y soberbia, cada pico representaba un pecado.

Los indígenas debían golpear con un palo los pecados para destruirlos. Al destruirlos, se encontraban frutas y dulces. El acto de romper la piñata mostraba la derrota del mal contra el bien, para  los indígenas significó  la forma correcta de comportarse afirmando que llevar una vida íntegra, era sinónimo de recompensa eterna. Las pastorelas mostraban como el Diablo intentaba apartar y desunir a los pastores impidiendo que llegaran a su destino indicado por la estrella de Belén. La intención de los evangelizadores no sólo era enseñar los pecados. Había que hacerles entender conceptos que no existían como el arrepentimiento, el perdón o la caridad; valores que sobresalen mucho en estas fechas.

La mímica y los gestos fueron fundamentales en los primeros  evangelizadores, además de que se tomaron la tarea de aprender las lenguas habladas por los indígenas. Los antiguas civilizaciones no reconocían muchos valores e ideologías traídos por los españoles. Enseñar nuevas creencias no fue una tarea fácil y más si una lengua diferente intervenía, por lo que gestos, ademanes, entonación de voz, música, flores y decoraciones jugaron un papel preponderante en el adoctrinamiento de los indígenas.

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NAUCALPAN, Méx.- Tradition/Tradiciones-Piñatas.- Una estrella plateada de nueve brillantes picos y tres metros de altura, hecha con una olla, engrudo, papel de colores y mucha imaginación, fue la piñata ganadora del primer lugar en un concurso celebrado este martes por el Instituto de Cultura naucalpense. Foto Agencia EL UNIVERSAL. S144

Los villancicos originalmente eran cantos coral de las iglesias, pero al ser sencillos de aprender y con ritmos pegajosos fueron fácilmente aceptados al grado de que no sólo los adultos los cantaban, sino también los niños permitiendo que el mensaje de la navidad y la llegada del niño Jesús fuera entendido por toda la sociedad.

Las tradiciones de poner el pesebre y celebrar anualmente la llegada del niño Jesús  llegan a América Latina a través de España y el Catolicismo. Las guerras de reforma y contrarreforma rompen al cristianismo, lo cual hace que la celebración de la navidad cambie dándole a la naturaleza un papel mucho más importante, siendo el árbol la figura principal. En un inicio era un roble, pero al adórnalo sus hojas no eran tan resistentes, poco a poco el roble fue remplazado por el pino, pues sus hojas eran más resistentes y se mantenían verdes todo el año.

La estrella simboliza nacimiento, representando que nace y termina un nuevo ciclo.  Los colores  rojo y verde simbolizan que después de todo el invierno vuelve la vida (rojo), las hojas, la primavera (verde). Estos colores simbolizan la esperanza.

La literatura influyó mucho dentro del concepto de la navidad, el libro “Cuento de Navidad” de Charles Dickens hizo crecer el espíritu navideño. La fiesta de navidad es una mezcla de ceremonias realizadas por diversas culturas, pero en lo que todas concuerdan es que es una celebración que une familias y marca un nuevo comienzo.  (TAMARA MEDRANO FLORES)