CAFÉ POLÍTICO

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EL INFORME DE ZERMEÑO

La presente administración municipal de Torreón no tiene nada de que presumir, nada que informar. Este año se fue en blanco y de veras que es una lástima el que continuemos perdiendo tiempo sin ver alguna obra importante en nuestra quejumbrosa y descuidada ciudad. Por principio de cuentas; ya lo dijo la Auditoría Superior del Estado. Que Torreón bajó el 6% de porcentaje de su obra pública para convertirlos en sueldos porque inexplicablemente se incrementó la nómina. Menos obras y más empleados. Mal. Cabe destacar que no ha habido obra importante, salvo unas pequeñas e insignificantes como la remodelación a la Casa Mudejar; el monumento al Torreón en el Parque Los Fundadores (la acaban de terminar); cientos de semáforos que están muy mal ubicados –pesimamente ubicados–;  y las rayas amarrillas en vialidades con pintura de muy mala calidad. De eso si puede hablar Jorge, que se la pasó todo el año golpeando a los regidores del PRI y de Morena solo porque como oposición, le señalaron anomalías e irregularidades de su gobierno.

 

MAL GOBIERNO

El de Zermeño es un mal gobierno. Muchas de las veces abandono la ciudad en situaciones críticas. O se iba de shopping a los Estados Unidos, o se iba a la playa sin importarle dejar la ciudad en manos de su incompetente, torpe e incapaz secretario del ayuntamiento, Sergio Lara que dicho sea de paso, durante dos años consecutivos ha sido el gran fiasco y decepción como mano derecha del alcalde, el gran fracaso de la administración. El dejar hacer y dejar pasar a su antojo de sus principales colaboradores (Antonio Loera, Pedro Luis Bernal, José Ignacio García Castillo, Aldo Díaz Villarreal, Elías Agüero, Tomás Galván, entre otros), trajo como consecuencia que su gobierno demeritara su función principal: la consecución del Bien Común.

 

“ADVERSARIOS GRATUITOS”…

En su primer Informe (de su tercer período) Jorge señalo que la “ciudadanía tiene memoria”. Claro que la tiene porque el pueblo podrá ser aguantador, pero no es ingenuo. Eso de hacerles un llamado a sus “adversarios gratuitos a que se sumen al trabajo en favor de Torreón, en lugar de seguir realizando descalificaciones que solo dividen a la población”, eso es ver la paja en ojo ajeno. Esos “adversarios gratuitos” él los creó –a todo pulso– al mostrarse intolerante y sectario con regidores de la oposición y hasta con los chicos de la prensa que hacen su trabajo profesional al cuestionarlo sobre tal o cual asunto. Esos son sus “adversarios gratuitos” que en lugar de tomarlos en cuenta, en lugar de hacerles caso algunas de las veces, los detracta y vilipendia cada vez que puede.

 

VINO MARKO CORTÉS

Cabe señalar que al primer informe no acudieron los gobernadores de Coahuila y Durango, Miguel Ángel Riquelme y José Rosas Aispuro. Ellos enviaron a representantes. Pero el que sí acudió al ritual de besamanos fue Marko Cortés –dirigente nacional del PAN–, quien señaló que «Jorge Zermeño es, por la gente a quien gobierna, uno de los alcaldes mejor evaluados del país, cosa que en Acción Nacional nos hace sentir muy orgullosos porque es un presidente municipal que da resultados, que hace mucho más con muchos menos recursos…” Bueno, pues la verdad es que entre ellos tienen que echarse porras. Faltaba más que viniese un líder nacional y descobijara toda la sopa y le echara en cara a su correligionario las cosas malas que ha hecho. Marko es institucional y tuvo que darle espaldarazo, a sabiendas de que Zermeño es un alcalde del montón rebasado por decenas de alcaldes panistas de otras ciudades importantes del país.

 

LES PAGAMOS A LOS ABOGADOS DE PEDRO LUIS

Huelga decir que Sergio Lara negó lo innegable. Quiso deslindar al Ayuntamiento de lo que todo mundo sabe porque consta en autos. Que el aparato jurídico oficial de la presidencia municipal –todos los abogados– estén defendiendo a Pedro Luis Bernal en el tortuoso caso en que se le querella por los delitos de Abuso Sexual y otros. Sergio le quiere ver la cara a los torreonenses. Es decir, a través de nuestros impuestos –al fin así les pagan a los abogados de la presidencia– los del Jurídico del gobierno municipal llevan la defensa de este sinuoso y torcido funcionario que deberá estar alejado de su oficina hasta el lunes 23 ya que como ahí trabajan la ofendida y los testigos, tiene prohibido –como medida cautelar– acercárseles a ellos.

 

GOBIERNO DE OLMOS

Y lo que son las cosas. Qué lejos quedaron los gobiernos priistas de Eduardo Olmos y de Miguel Riquelme al frente de la comuna política torreones. En el gobierno de Lalo éste lucho con arrojo y denuedo –tamaños bien puestos– en contra de la inseguridad, en contra de la delincuencia y crimen organizado.  Olmos se quedó con un solo policía (mujer) y corrió a 990 elementos. Aunque parezca increíble. Y salió adelante del tiradero y pésimo gobierno que le dejó José Ángel Pérez. Tuvo que entrar al quite Lalo para poder arreglar el problema de inseguridad que era tan grave en aquel entonces. Es que los homicidios de alto impacto eran comunes en nuestra ciudad. Con Olmos bajó el índice y de ahí pal’real, aunque con Zermeño se ha vuelto a caer en el incremento de delitos. Claro, Jorge bajó la guardia. Con Eduardo Olmos se construyó el bello edificio de la Presidencia Municipal y su Plaza Mayor. Hoy por hoy el edificio más grande y emblemático de la ciudad. Esas sí son grandes obras, obras que presumir. Porque obras son amores, y no meras razones.

 

GOBIERNO DE RIQUELME

Con Riquelme como alcalde, Torreón también se transformó. Éste hizo obra muy importante. Desde el Complejo Deportivo y Cultural La Jabonera; la Unidad Deportiva Compresora; la Línea Verde, que vino a modernizar y generar una nueva calidad de vida en ese polígono de pobreza al oriente de nuestra ciudad; el Paseo Morelos que cobró vida y bastante, entre otras. Qué decir del Teleférico Torreón-Cristo de Las Noas, que en estos días la persona 1 millón se subirá a una  de sus góndolas bajo la dirección efectiva de Verónica Soto. Si comparamos los últimos gobiernos municipales –aunque las comparaciones son odiosas, en política son necesarias–, los gobiernos priistas les dan el 15 y las malas (Billar) a las últimas administraciones del Partido Acción Nacional. Así las cosas pues.