ZAGAL

Impeachment

En toda la historia de Estados Unidos, solo han existido dos casos en los cuales un presidente se vio sometido a un proceso de impeachment, que es similar a lo que en México se le conoce como juicio político.

Para invocar un proceso de esta naturaleza, cada miembro de la Cámara de Representantes cuenta con la facultad expresa para presentar una resolución pidiendo la destitución del presidente si considera que es culpable de algún delito derivado de traición, soborno, u otro crimen que se considere grave.

Después, esa misma Cámara es la encargada de evaluar dichas acusaciones, a través de la apertura de un debate, del cual derivan diversos artículos en favor de la apertura formal del juicio y en caso de ser aprobadas por una mayoría simple – es decir, la mitad más uno – procede formalmente el proceso de impeachment.

Sin duda, un proceso más complejo de lo que puede sonar.

Para darse una idea. La fecha en que se anunció el inicio de una investigación formal para dar paso a un posible impeachment en contra de Trump, fue el 24 de septiembre de este mismo año y apenas este miércoles, la Cámara de Representantes emitió su veredicto final, el cual aún no se daba al estar escribiendo estas líneas.

En caso de declararse abierto un proceso de impeachment en contra de Trump, el balón pasaría a la cancha del Senado; y el esquema procesal tomaría un rumbo distinto, pues debe de existir una colaboración tripartita entre los 3 poderes, donde el presidente de la Corte Suprema de Justicia sería el comisionado para presidir el juicio, el Senado actuaría como jurado y la Cámara de Representantes ejecutaría el papel de fiscal, teniendo facultad el inculpado – en este caso el Presidente – de contar con abogados defensores.

Al final de todo el juicio, a diferencia del procedimiento en la primer Cámara, para que en esta etapa se pueda dictar formalmente una destitución, se necesita contar con la aprobación de las dos terceras partes del Senado. (67)

A todo esto, la realidad que hoy se vive en el mundo parlamentario de Estados Unidos es la siguiente:

Existen 435 escaños en la Cámara de Representantes, los cuales son ocupados por 233 demócratas, 197 republicanos, 4 vacantes y un escaño independiente.

Para el caso del Senado, este cuenta con 100, en donde ahí permea una mayoría a favor del partido del Presidente, ya que son 53 senadores para el lado republicano, 45 para los demócratas y 2 independientes con tendencias democráticas.

Esto quiere decir que para la primera etapa, la probabilidad por que se abra un juicio formal es muy alta, pues al necesitar una mayoría simple, la bancada demócrata no debe de tener problema. Pero en lo que respecta al Senado, el escenario que parece inminente es aquel en el que no se reúnan a las dos terceras partes que el dictamen necesita para destituir formalmente al Presidente.

En conclusión, bajo el contexto que se vive actualmente en Estados Unidos, lo que hoy es nota en todos sus medios nacionales e incluso en muchos internacionales, es solo para eso. El impacto mediático que esto genera en medio de un proceso electoral, donde el actual Presidente busca la reelección, puede ser utilizado – y lo está siendo – para que la oposición pueda ocasionar un descontento en la mayoría de la población que aprueba el trabajo de la administración actual.

Parece ser que todo pinta a que el ruido que se origina derivado de este proceso, siga en aumento, pero que al final se verá topado con una pared dentro del Senado, la cual optará por concluir todo y dejar a Trump absuelto de toda acusación, dejando el récord en 3 presidentes sometidos a un impeachment y ninguno destituido.

Reciban un saludo, muchas gracias. ¡Que tengan una feliz navidad!