MÁS PASIVOS QUE ACTIVOS

 

JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

Con más pasivos que activos Jorge Zermeño Infante llega a su primer año de gobierno municipal del trienio 2019-2021, después de su “minigobierno” de doce meses.

Hasta ahora no hay una obra que selle esta etapa de la gestión zermeñista. En la publicidad de las actividades desarrolladas, Zermeño subraya las “mejores vialidades” y la remodelación de la Casa Mudéjar, algo ciertamente encomiable. Pero nada más.

Por el contrario, las obras en la calzada Colón han sido mal planeadas y peor ejecutadas y han recibido las consiguientes críticas de una sociedad cada vez más participativa, así sea a través de las redes sociales. El paseo de la Línea Verde, al oriente de la ciudad, a pesar de su importancia como factor fundamental integradora de las familias, ha sido abandonado por las autoridades municipales.

A Jorge Zermeño le han fallado sus funcionarios, al grado del escándalo, entre los que destaca el director de Tránsito y Vialidad, Pedro Luis Bernal Espinoza, acusado de acoso sexual por una de las agentes. Un segundo el caso es el del exdirector de Servicios Administrativos, Antonio Loera López, que finalmente colmó la paciencia del edil y fue enviado a un puesto de menor importancia. El responsable de Inspección y Verificación también fue removido del cargo, pues abusaba de sus funciones. Y otro que  no ha asumido un compromiso pleno a pesar de lo delicado del área es Primo García Cervantes, director de Seguridad Pública.

Además, la Auditoría Superior del Estado, a cargo de Armando Plata, señaló “inconsistencias” para la comprobación del gasto público y precisó que en 2018 lo destinado a obra disminuyó un 6 por ciento, a costa de aumentar la nómina, pues hubo mayor contratación de personal. Si bien en la mayoría de los municipios es mayor la cantidad de recursos destinada al pago de la nómina que a obra pública, en el caso de Torreón se incrementó el gasto de servicios personales, violando la Ley de Disciplina Financiera.

En fin, Jorge Zermeño, un hombre con buenas intenciones, sigue debiéndole a Torreón una obra de trascendencia, que selle su gobierno. Ojalá ya tenga pensado en algo para el año siguiente.