“La justicia está muy lejos de nosotras”: familiar de víctima atacada con ácido

Foto: Hazel Zamora Mendieta (Cimacnoticias) 

Oaxaca, Oax. Las esperanzas de justicia se fueron diluyendo con el paso de los días. El pasado 9 de diciembre se cumplieron tres meses del ataque con ácido. Desde entonces los agresores intelectual y material siguen libres, mientras que María Elena Ríos Ortiz, saxofonista huajuapeña de 26 años de edad, se encuentra en la lucha por ser trasladada a un hospital especialista que le permita recuperarse de las quemaduras en cara, brazo, antebrazo y pecho.

“Yo ya no espero justicia porque la veo muy lejos después de tanto…”; respondió la hermana de María Elena, a un mensaje de texto del fiscal de Oaxaca, Rubén Vasconcelos Méndez quien le solicitó reunirse para revisión de las investigaciones. La petición surgió luego de que la familia difundiera en medios de comunicación el olvido y la indiferencia de las autoridades sobre este caso de violencia de género que representa el primero del que se tiene registro en Oaxaca y el cuarto a nivel nacional.

“Yo estaba por no interrumpir las averiguaciones, había permanecido callada para no entorpecer el proceso, pero ahora ya estoy desesperada por la salud de mi hermana. Ella entró a una última cirugía y no me habían dicho nada, hasta hoy, de que no habían tenido éxito”, señala la hermana quien autorizó citarla como fuente pero con la omisión de su nombre.

Cimacnoticias publicó que la mujer, de profesión abogada, precisó que la mayoría de los injertos colocados en la primera operación fueron rechazados a la tercera semana. Hace 15 días volvieron a intervenir a María Elena; le retiraron más piel en busca de un injerto exitoso, pero el intento fracasó.

Durante la última reunión realizada con el fiscal, Rubén Vasconcelos Méndez, la familia le hizo saber que ya no le interesaba conocer de los avances en las investigaciones sino la ayuda para trasladar a María Elena a otro hospital especializado sobre quemaduras.

“En ese momento le marcó al secretario de salud y lo puso en altavoz, el secretario me dijo que estaban en eso y que verían si se podía hacer el traslado a la Ciudad de México, que me resolvían en tres o cuatro horas. Pasaron 15 días después de las 4 horas que ellos me dijeron y no he recibido ninguna atención en trasladar a mi hermana”, expuso.

Durante los tres meses transcurridos, María Elena ha sido internada en tres ocasiones en el Hospital Civil Doctor Aurelio Valdivieso ubicado en la capital del estado nosocomio que no es especialista en atención de quemaduras.

La familia también solicitó ayuda directa al presidente Andrés Manuel López Obrador, durante una gira de trabajo por la entidad. En aquella ocasión el mandatario encomendó a la delegada especial Nancy Ortiz, dar seguimiento al caso. A su vez la delegada remitió el asunto a personal a su cargo, quien lo único que ofreció fue una beca dentro del rubro de personas con discapacidad. “Eso fue una burla, una falta de respeto porque lo que buscábamos era justicia y atención médica adecuada”, expuso la abogada.

Los hechos y los indicios

El 9 de septiembre de 2019, María Elena fue atacada en el interior de su domicilio el cual utilizaba como oficina en la gestoría de trámites. El agresor material la contactó vía telefónica e hizo una cita, al llegar al lugar María Elena le pidió que tomara asiento mientras ella tomaba algunos datos, minutos más tarde, el agresor le lanzó un líquido corrosivo directo al rostro. La joven fue auxiliada por su madre quien en ese momento se encontraba en casa.

En su momento, la presidenta municipal de Huajuapan de León, Juanita Cruz Cruz, indicó que algunas cámaras de seguridad captaron al agresor en su huída pero no el trayecto completo por falta de cámaras de seguridad en distintos puntos.

La carpeta de investigación 31351/HUAJUPAN/2019 interpuesta ante la fiscalía regional de la mixteca calificó lo ocurrido como lesiones de forma dolosa, con modalidad simple pero de manera violenta.

La familia exigió que se investigara como intento de feminicidio, sin embargo no fue considerado así.

Un exdiputado del PRI y empresario, principal sospechoso 

La familia señaló como responsable del ataque con ácido al exdiputado local del PRI, Juan Vera Carrizal y así quedó asentado en la carpeta de investigación. La familia aportó pruebas.

Los registros de las llamadas telefónicas del agresor material, mensajes de texto, así como vía Facebook enviados a María Elena, forma parte de los indicios que -de acuerdo con la familia- tiene en su poder la Fiscalía de Justicia de Oaxaca.

La investigación indica de las llamadas telefónicas que el agresor material hizo a María Elena previo al ataque, fueron realizadas de un número telefónico que únicamente tiene registro de ese uso y de un equipo telefónico desde donde el autor intelectual habría hecho llamadas telefónicas a la familia de María Elena para deslindarse de los hechos tras el reclamo directo que hizo la víctima.

“A dos meses salieron las investigaciones, la fiscalía sabe de dónde salieron las llamadas, tienen retrato hablado del agresor y la conexión de cruces de vía telefónica con este ex diputado, pero no han hecho nada”, afirma la hermana de María Elena.

“Necesitamos ayuda para mi hermana en un hospital especial, particular y de alta especialidad, ya sea dentro o fuera del país, esa ha sido mi petición porque la justicia está muy lejos de nosotros pero mi hermana está sufriendo y eso sí que nosotros ya no queremos. El gobierno puede ayudarla y no ha hecho nada”, declaró.

Ataque con ácido, crimen de odio 

En el país, los ataques con ácido se han presentado en la Ciudad de México, Puebla, Estado de México y en Oaxaca. Este tipo de ataque no busca la muerte de la víctima, sino afectar de manera permanente su vida debido a las secuelas, pues el líquido destruye en instantes glóbulos oculares, párpados, oídos, labios, nariz y boca.

Una revisión realizada a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública evidencia que a pesar de lo grave que resultan estos ataques las cifras son invisibles.

El crimen en expansión ha pasado desapercibido, entre otras expresiones de violencia extrema.

Previo al cometido en contra de María Elena, de 26 años de edad, atacada en Huajuapan de León, Oaxaca, la tarde del 9 de septiembre, se encuentran las de dos mujeres, madre e hija, de 43 y 24 años, quienes fueron el blanco de un hombre que les arrojó ácido en la cara en Puebla.

Otro más fue el cometido en contra de Kenny Finol, una joven de 26 años de edad, que fuera hallada en Ecatepec, Estado de México con el rostro carcomido por el ácido que le aventó su asesino.

Otros muchos casos también han sido documentos únicamente por medios de comunicación. La desfiguración producida por el ácido lleva los daños físicos a un plano psicológico, ya que las víctimas sufren depresión y trastornos del cambio de apariencia. ( CIMACNOTICIAS)