DE BUENA FUENTE

El gran dilema…

Pocos son los funcionarios estatales que se niegan a cumplir una recomendación del mandatario estatal en turno, sin que exista alguna consecuencia.

En la actual administración, Ricardo Aguirre hace unos meses hizo caso omiso de una de ellas, sin que recibiera algún aviso al respecto.

El otro caso, aunque más reciente, es el de Francisco Saracho, aún titular de la Secretaria de Bienestar Social, que se niega a contender por la diputación local con sede en ciudad Acuña.

El tema tiene sus aristas, pues Saracho Navarro tiene un acuerdo  de no agresión política con el legislador federal por la UDC, Lenin Flores, que domina desde hace años la región fronteriza con Del Rio, Texas.

Además, desde su oficina, Pancho, con un eficiente trabajo de campo en las distintas regiones de la entidad, pavimenta el camino de un joven político a la gubernatura coahuilteca.

Ambas razones son fundamentales para la negativa del funcionario estatal  a ir por la diputación local.

Sin embargo, como se dijo anteriormente, es muy difícil rechazar la recomendación de un superior, y Francisco aún tiene tiempo de no hacer un pancho y aceptar contender por un lugar en el Palacio Legislativo local.

Por cierto, el secretario de Bienestar Social acude este martes al Congreso del Estado, para la glosa del segundo informe de gobierno de Miguel Ángel  Riquelme Solís.

Saracho tiene tooodo diciembre para reanalizar la amable invitación. ¿Usted que haría?

 

Fuegos fatuos…

No está usted para saberlo, pero yo si para informarle que el líder del PRI Monclova, Alberto Medina, quiere a toda costa llegar a ser diputado local en el 2020.

El profe Beto se anda saltando las trancas, y apenas se enteró que el ex dirigente del PRI local, Ricardo López Campos va en la lista de aspirantes,  ahora se dedica a denostarlo en privado y en público.

Por fortuna, el resto de la clase política tricolor le hizo el feo a don Beto, y varios le recordaron que como líder político, debe dar ejemplo de unidad y de trabajo.

Hay quien dice que Alberto no tiene la culpa, ya que en la misma oficina del PRI municipal una mujer es la que mano que mece la cuna, y que desde ese escritorio se decide lo que Medina debe decir y hacer. ¿Será que el profe duerme con el enemigo? Difícil de creer…

 

 

Autor

Ulises Salas
Columnista
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