Saltillo reprueba a AMLO, en su primer año de gobierno

Por

28 noviembre, 2019

73% de los encuestados no aprueban su gestión como presidente

Al completarse este domingo 1 de diciembre el primer año desde que Andrés Manuel López Obrador ocupa la presidencia de México, en EL HERALDO DE SALTILLO aplicamos una breve encuesta a través de Facebook, con el fin de saber si, los habitantes de nuestra ciudad y de la región sureste del estado, aprueban o desaprueban los resultados que hasta el momento ha tenido AMLO como mandatario.

Los resultados de éste ejercicio fueron contundentes: de las 1 mil 194 personas que participaron, 869, es decir, el 73% de los encuestados, desaprueban el desempeño del presidente en su primer año de gestión; en tanto que 325 personas, el 27%, opinan que López Obrador si merece una calificación aprobatoria.

López Obrador inició su gobierno con una altísima aprobación popular –más del 80%, de acuerdo a algunas mediciones-. Sin embargo, el desgaste natural que se va sufriendo a lo largo de los meses, aunado a una serie de situaciones complicadas que le ha tocado enfrentar, ha hecho que su popularidad vaya rápidamente a la baja, y que, en ejercicios como éste, los resultados le sean completamente adversos.

Las tres principales causas de su declive, y lo que tiene muy molestos a miles de mexicanos son:

El haber dejado escapar al hijo del Chapo Guzmán, demostrando una gran debilidad en su gobierno, y culpando después a un militar por el operativo fallido.
La masacre de la familia Le Barón, y la falta de una respuesta contundente de su gobierno ante estos hechos.
El haber recibido y dado asilo a un personaje como lo es el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, a quien muchos consideran un dictador.

Pero hay muchas más razones que de una manera u otra han molestado a los mexicanos. Algunas de ellas son:

La falta de resultados en el combate a la inseguridad, y el fracaso de su política de “abrazos y no balazos”, que ha permitido que éste año sea considerado ya, de acuerdo con cifras oficiales, como en el que más homicidios dolosos han ocurrido en toda la historia del país.
La falta de crecimiento económico, que para algunos analistas es ya una recesión técnica y para otros un estancamiento prolongado, lo cual contrasta con su promesa de generar un crecimiento anual de al menos el 4%.
El desabasto de medicinas en clínicas y hospitales del sector salud, y sobre todo, las que requieren los niños con cáncer.
El cierre de guarderías provocado por su política de cancelarles el apoyo que éstas recibían en administraciones pasadas.
Su promesa incumplida de que bajaría el precio de la gasolina.
El recorte presupuestal para todos los programas que apoyaban la producción en el campo.
El despido de decenas de miles de burócratas en todo el país, muchos de los cuales votaron por él. En contraparte, se les da empleo a personas que ingresaron al país como indocumentados.
La eliminación del Seguro Popular, sin crear otra instancia que supla los servicios que éste prestaba a la población más vulnerable.
Recortes de presupuesto a estados, municipios y actividades como el arte y la cultura, para destinarlos a su “hobbie” favorito, el beisbol.
Incumplimiento de la promesa de vender el avión presidencial, y mantenerlo parado en un hangar de los Estados Unidos en dónde se pagan cada vez cantidades millonarias por tenerlo ahí.
Su actitud de culpar siempre a otros (los conservadores, los neoliberales, los fifís) de los problemas que padece el país, sin asumir el hecho de que ahora él es el presidente, y a él le toca enfrentar y resolver esos problemas.
El encono y la polarización que ha generado entre los diversos sectores de la población, dividiendo a México entre los que lo apoyan y le creen a ciegas todo lo que dice y hace, y los que no lo apoyan ni están de acuerdo con sus acciones.