¿HUBO O NO UN GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA?

 Las redes sociales estallaron a causa de la renuncia de Evo Morales como Presidente de Bolivia. ¿Fue o no un golpe de Estado? es el tema que puso a los opinólogos a debatir, como cuando todos somos directores técnicos de sillón en los partidos de futbol durante el Mundial.

Pero vayamos por partes: Evo Morales llega a su tercer intento de reelegirse después de haber perdido un referéndum en febrero del 2016, que le impedía contender en esta ocasión. Después de un largo proceso jurídico, el Tribunal Electoral lo habilitó para ser candidato, pues no querían violentar sus derechos humanos.

Al ser cuestionado, el exlíder cocalero dijo: “no quiero, pero no puedo decepcionar a mi pueblo”. Claro, todo por amor al pueblo. Y así, con la mano en la cintura se presentó en los comicios. En la noche de la elección, el sistema de conteo preliminar apuntaba a una segunda vuelta. Algo sin precedente. Pero misteriosamente el Tribunal Electoral suspendió la transmisión de resultados. Para cuando el sistema volvió, Morales ya tenía la victoria asegurada en primera vuelta. ¡Achis, achis, los mariachis!

Las protestas no se hicieron esperar. El pueblo sabio que lo aclamaba, salió a las calles y la bola de nieve creció hasta que la Policía Nacional se atrincheró y la Fuerzas Armadas se declararon en neutralidad. Para tratar de calmar los ánimos, Evo Morales anunció un nuevo proceso electoral, pero ya era demasiado tarde. Los militares le exhortaron a renunciar, y sabiéndose solo, Evo dimitió.

Verá Usted, la definición estricta de “Golpe de Estado” según la Ciencia Política es: el derrocamiento de un jefe de Estado electo democráticamente por un grupo armado a través del uso de la fuerza. En ese sentido no habría un golpe como tal, sino presión política y perdida del apoyo de la opinión pública y de quienes ostentan el control de la fuerza pública.

No obstante, parecería que la definición tradicional de Golpe de Estado, ha sido moldeada por la simpatía hacia el líder depuesto y la afinidad con su ideología. Te cae bien y simpatizas con la izquierda latinoamericana, es golpe. No te cae y repudias al bloque socialista, pues no lo es.

¿Por qué Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel, no se rasgaron las vestiduras con la caída de Hosni Mubarak durante la Primavera Árabe? O bien, ¿por qué López Obrador cuando Juan Guaidó fue nombrado Presidente Interino de Venezuela, optó por la neutralidad y la «no intervención”, justificándose en la Doctrina Estrada, ahora sale abiertamente a defender y a ofrecerle asilo político a Evo Morales?

Tal vez este sea un golpe suave, un movimiento legítimo social, o todo lo contrario. Seguramente no habrá consenso. Lo que sí es claro, es Bolivia pone las barbas a remojar de otros mandatarios que van por el mismo camino de aferrase al poder, argumentando la voluntad popular y minando las instituciones; porque como dice el Lamento Boliviano: adentro hay un volcán que pronto va a estallar.

Israel Navarro es estratega político y socio del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter: @navarroisrael