A LA OPINIÓN PÚBLICA

A LA OPINIÓN PÚBLICA:

El pasado viernes 8 de noviembre comenzó a circular en redes sociales un escrito, redactado -sin duda alguna- por el Obispo de Saltillo, Raúl Vera López, y por su “asistente”, la señora Jaqueline Campbell Dávila, supuestamente firmado por un grupo de ciudadanos y de organismos (aunque en el documento no aparece la firma autógrafa de ninguno de ellos), en el cual los redactores del mismo lanzan una campaña llena de odio e infundios en mi contra, y en contra del medio de comunicación que represento y dirijo.

¿Cuál es la razón de que el Obispo y su “asistente” hayan emitido ese escrito contra mi persona? Muy sencillo, lo hicieron en respuesta a la difusión de un video compartido en redes sociales por un ciudadano, que tanto El Heraldo de Saltillo, como decenas de medios de comunicación más de Saltillo, Coahuila y todo México, publicamos hace algunos días, en el cual el Obispo y su “asistente” aparecen en un lugar público, el “Chachos Bar”, justo el mismo día en el que el Obispo Emérito, Don Francisco Villalobos Padilla, convalecía de una enfermedad en la clínica La Concepción de Saltillo, sin poder ser dado de alta porque la Diócesis no aceptó pagar el remplazo de las baterías de su marcapasos, dejando esta responsabilidad a una aseguradora omisa.

Pero no es solo ese episodio de su vida pública, y no privada, como argumentan los autores del infundioso escrito, lo que ha molestado tanto al señor Vera y a la señora Campbell.

Además les molesta que en El Heraldo, y en decenas de medios de comunicación más, hayamos difundido, por ejemplo, la ocasión en la que el Obispo defendió a un migrante hondureño que asesinó a una joven mujer en la calle Victoria en la ciudad de Saltillo, en lugar de solidarizarse con la familia de la víctima, una familia católica muy conocida en la ciudad; o el encubrimiento que hizo de varios curas que cometieron actos de pederastia en contra de niños de nuestra ciudad, negándose a delatarlos ante las autoridades; también el reciente episodio en el que el Obispo ofende, llamándole idiota, a una religiosa perteneciente a la orden de las Adoratrices del Santísimo Sacramento, a la cual pretende despojar de una propiedad que un buen cristiano les donó; o la vez en la que, de acuerdo a sus propias declaraciones, fue uno de los primeros en enterarse de la masacre que estaba ocurriendo en Allende, Coahuila, y no hizo nada al respecto.

Durante el mes de febrero de 2017, el Papa Francisco sorprendió con una declaración, diciendo que si una persona que dice ser cristiana lleva una doble vida, es mejor que no se identifique como creyente:

“Tantos católicos son así. Y escandalizan”, dijo el pontífice durante una misa matinal en Casa Santa Marta. “Cuántas veces hemos oído, todos nosotros, en el barrio y en otras partes, ‘pero, para ser católico como aquel, es mejor ser ateo’. Ese es el escándalo. Te destruye. Te derriba. Y esto sucede todos los días”.

El Heraldo de Saltillo no es un medio de comunicación improvisado. Más de 55 años de informar de manera veraz a la ciudadanía respaldan el trabajo que diariamente, reporteros, periodistas, líderes de opinión y comunicadores realizan siempre sujetos a la evidencia, a la verdad, como requisito fundamental de la información que se hace llegar a nuestros lectores, para que en el ejercicio irreprochable del acceso a la información, cada ciudadano pueda tomar en consideración el hecho demostrado y de ahí, formular un criterio, una opinión individual que al final sea completada con el antecedente, la historia a todas luces vista y sabida de quienes difícilmente suelen pasar desapercibidos por un constante acontecer de sus vidas, siempre en el afán del protagonismo y escándalo.

Lo privado, es privado. Eso no tiene lugar a discusión, y bastan los valores y principios profesionales, familiares y ciudadanos para entenderlo. Pero, aquello que sucede en un lugar público, no es privado, y no se necesita ser docto en derecho para saberlo.

Quienes nacimos, vivimos, y diariamente aportamos en la construcción de Saltillo y el estado de Coahuila desde hace muchas décadas, contamos con el orgullo de saber que formamos parte de una sociedad constructiva. Que el haber histórico de nuestras creencias y cultura, está fundamentado en el ejemplo de entrega y servicio a la sociedad desde todas las esferas: la política, religiosa, empresarial y social. Somos coahuilenses acostumbrados a las vicisitudes del desierto y no cualquier vendaval nos achica o amilana, por el contrario, es un hecho que cada tormenta siempre nos ha hecho más fuertes. No se puede defender lo indefendible. Y como dijera el propio Papa Francisco, “-Acordémonos de esto: no se puede proclamar el evangelio de Jesús sin un testimonio tangible de nuestra propia vida” y “no se lleva el odio en nombre de Dios”.

El escrito que difunde la Diócesis tiene dos peculiaridades. Por un lado, pretende acallar a los periodistas y a los medios de comunicación que se atreven a criticar o a difundir información que les resulta incómoda al Obispo o a su “asistente”; por otra parte, al convocar a diversos organismos y ciudadanos a la firma del mismo y dirigirlo específicamente contra mi persona y el medio que dirijo, están orquestando una campaña de desprestigio y de odio en contra mía y en contra de El Heraldo de Saltillo.

Es bien sabido que México ocupa uno de los primeros lugares en el mundo por el número de periodistas muertos y por los ataques sufridos por los medios de comunicación. También es de sobra conocido que la Libertad de Expresión, es uno de los máximos derechos consagrados en nuestra Constitución en el artículo sexto.

Por tal motivo, solicito a la Fiscalía General de la República y a la Fiscalía General de Coahuila tomen en cuenta que, el mensaje de odio difundido por la Diócesis en mi contra y en contra de El Heraldo de Saltillo, podría generar ataques en contra de mi persona y/o del medio que represento, de tal forma que desde éste momento hago responsable al C. Raúl Vera López y a la C. Jaqueline Campbell de cualquier cosa que me pudiera ocurrir a mí, a mi familia, a mis bienes, a las instalaciones de El Heraldo de Saltillo, y al personal que ahí laboramos. Solicito también a las autoridades se tomen las medidas cautelares pertinentes para evitar cualquier situación que después se tuviera que lamentar.

Además, solicito a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila lleven a cabo todas las medidas necesarias para salvaguardar el derecho a la Libertad de Expresión consignado en nuestra Constitución en su artículo sexto, y no permitan esta intentona de coartar tal derecho que caracteriza a México como una democracia.

Atentamente

Francisco José De La Peña De León

Director Editorial El Heraldo de Saltillo

Saltillo, Coahuila, a 10 de noviembre de 2019