DE BUENA FUENTE

 

CUERNOS TORCIDOS 

Todo le sale mal últimamente al senador Armando Guadiana Tijerina, que ahora recibió la mala noticia de que debe sacar su maquinaria de Altos Hornos de México, pues no hay dinero para pagarle los 800 millones de pesos que le adeudan.

Santana Guadiana se negó a recibir un abono de 200 millones de pesos, y prefirió esperar a que le se liquide la totalidad de la deuda, de su sociedad con Alonso Ancira, en la venta de carbón de diseño a la Comisión Federal de Electricidad.

Ahora tendrá que sacar la maquinaria pesada de los patios de la empresa acerera, pues le advirtieron que por lo que resta del año, no se requiere de sus servicios.

Guadiana Tijerina tiene la opción de esperar hasta el año próximo para intentar cobrar los 800 millones de pesos.

Aunque trascendió que el empresario taurino analiza interponer una denuncia civil para recuperar su inversión antes de que el gigante de acero, entre en quiebra técnica.

LA TREMENDA CORTE

Llega Tres Patines a la Tremenda Corte, se dirige ante el secretario en turno y le pregunta por la “Burra”.

Sorprendido, el funcionario judicial, le responde que ahí no hay ninguna persona con ese apodo, y que se encuentra en el Tribunal Superior de Justicia, uno de los poderes más importantes.

-Perdone usted, me deje llevar por la vulgaridad, entonces puedo hablar con el magistrado Yañez Arreola, aclara el pillo y sinvergüenza personaje.

-Ahh, el licenciado Juan José no se encuentra en este momento

-Bueno regreso más tarde, -replica-, pero mire usted, ¿Quién me iba a decir que la burra llegaría tan lejos, sin siquiera haber pisado un juzgado? Dice el visitante.

El empleado le mira por unos instantes, y luego con sonrisa sardónica, le advierte que al parecer ese ya no es un requisito indispensable en el poder judicial, pues tampoco los magistrados Ivan Garza y Miguel Mery tienen experiencia en ese rubro.

-¿Y saben lo que es un acuerdo? Inquiere Tres Patines.

-¡Claro! Así llegaron aquí, merced a un acuerdo de los líderes de los partidos políticos.

-¿Y presentaron examen de oposición? Insiste el pillo de ocho suelas.

-Esa cosa antigua tampoco se necesita, ahora el examen se llama de imposición, contesta el verborreico empleado.

-Mire usted señor secretario, por lo que veo este Tribunal de Justicia, es la mejor comedia que pudo existir, y seguro que deben ser parientes del tío Canuto, pues no hay a cual irle de bruto!, alega Tres Patines.

Se cierra la emisión.

Autor

Ulises Salas
Columnista
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