LOS JUECES Y LA JUSTICIA

Un juez de la Ciudad de México fue objeto de múltiples críticas, luego de que liberó a la mayoría de 32 detenidos en un operativo en el que participaron diversas corporaciones de las fuerzas armadas que aseguraron más de dos toneladas y media de drogas, armas de enorme calibre y hasta un lanzagranadas.

Al juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna le importaron poco los cuestionamientos pues a los 27 implicados que liberó la semana pasada les agregó este miércoles otros tres, de tal manera que ya sólo quedan encarcelados dos presuntos criminales. En el operativo cateo en diversos puntos del barrio de Tepito se desmantelaron dos laboratorios y se encontró hasta un altar con cráneos humanos.

Bajo el argumento de los elementos “usaron violencia” entre otras “irregularidades”, el juez liberó inmediatamente a 27 de los 32 detenidos y posteriormente a otros tres. No se duda que los dos restantes también le parezcan inocentes y no haya culpables a pesar de las evidencias encontradas.

Lo paradójico del asunto es que Delgadillo Padierna endurece la mano y es inflexible cuando aborda otros casos como el de la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien al acudir voluntariamente a declarar ante las autoridades fue encarcelada  y recibió prisión preventiva de parte del polémico juzgador, sobrino de la diputada federal por Morena, Dolores Padierna, en una clara muestra de venganza política, más que de aplicación de las leyes.

En otro caso local, la jueza federal en Torreón, Angélica Lucio Rosales, liberó la semana pasada a tres michoacanos que fueron sorprendidos por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado transportando por la carretera Saltillo-Zacatecas doce fusiles de asalto, cartuchos y cargadores, procedentes de Piedras Negras.

De acuerdo con la SSP, la jueza Rosales cuenta antecedentes de liberar a detenidos que le son consignados por transportar o portar armas de fuego, pero la protesta de la dependencia no pasó a mayores. El caso es que ya es hora de que se imparta justicia contra aquellos jueces que analizan con lupa los casos que les turnan buscando un mínimo o microscópico detalle en el cual basarse para liberar a los implicados.

 

 

 

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