CALAVERITAS 2019

TERESA GURZA

 

LÓPEZ OBRADOR

López Obrador murió

de una fuerte carraspera,

que le dio de tanto hablar,

cada día en su mañanera.

Cuando lo jaló la Parca,

nos trataba de explicar,

lo que tantas veces dice

y luego debe negar.

Juró delante de todos,

que por los capos no iría

y mandó por el Chapito,

tan solo al siguiente día;

alardeó de conocer

lo que pasó en Culiacán,

pero pronto reculó

diciendo que no sabía.

Se alaba como cristiano,

pero en sus giras predica

contra los que no se le hincan,

ni le rinden pleitesía.

¿Y qué le diría ese Juárez

al que dice tanto admira,

de enterarse cómo mezcla

su religión con política?

Días antes que falleciera,

y al oír una mañana

que es la viva encarnación

de Jesucristo y de Juárez,

un ciudadano cualquiera

pidió que se sometiera

a análisis de sesera.

Pero no lo resistió,

y cuando estaba muriendo

lento y quedito se oía,

que el Presidente decía:

“que se entreguen los corruptos,

que los tenemos rodeados”;

y al final cayó con ellos

en amigable tertulia,

porque fueron siempre todos,

compañeros en la julia.

 

BARTLETT

Por fin murió Bartlett Díaz;

se nos fue de un catorrazo

que le soltó su señora,

por negarla donde quiera.

Pero no fue sepultado

porque se cayó el cableado

de la luz en el panteón;

y sus dientes ya rechinan

de coraje y de desdén,

porque no pudo llevarse

ni una casa de sus cien.

 

COLLADO Y LA BODA

Se murieron todititos

los que fueron a esa boda,

peinados y «arregladitos»

con el mafioso Collado.

Ay Jesús que desazón,

ver que no eran inmortales

pues murieron cual charales,

por el lagarto comidos.

 

EL HUACHICOLEO

Ay mamá, como iluminan

los fuegos deste panteón

donde están todos los muertos

que nos quemó el huachicol.

Ahí empezó la impericia

de gobernar la Nación

a base de acusaciones,

y muy pocas detenciones.

 

EL CHAPITO

No pudo López enviar

a los USA al Chapo Ovidio

y prefirió que muriera

de forma muy pendenciera.

Con su habitual lentitud

para enfrentar los errores,

dijo que fue su estrategia

de hombre compadecido,

lo que impidió que se fuera;

porque su fraternidá le ordena,

amar mucho a los hermanos,

sean narcos o encapuchados.

 

ALFONSO ROMO

En reunión con industriales

y tras pedirles que «mientan

y finjan ser optimistas

para atraer inversión»,

Romo murió de un infarto

cuando un peje ladrador,

acabó con sus desplantes

de riquillo embaucador.

 

LA 4T

Se murió hace algunos meses.

la Cuarta Transformación,

entelequia de un cangrejo

que nunca de verdad quiso

acabar con la pobreza,

porque para eso es preciso,

darle a la desigualdad;

tema que no contemplaba

ni proponía eliminar.

 

BONILLA

Lo mató la calentura

de querer eternizarse;

experimento que fue,

treta de ley violatoria

y perseguía conocer

si López Obrador podría,

sus años hacer crecer.

 

FERNÁNDEZ DE CEVALLOS

Engolado y presumido

sintiéndose el elegido

para dictarnos moral,

murió endeudado

el tal Diego

y anda ya lavando tumbas

pa juntar los dinerales,

de veinte años de prediales.

 

MORENISTAS

El primero fue Barbosa,

a quien Dios atragantó,

por decir que se llevó

en accidente mortal,

a los panistas poblanos.

Con él se peló también,

el inmundo senador

que fiel a su proceder

de buscar notas gritando,

amenazó «por bocona»

a una mujer senadora.

Tuvo también ataúd,

lleno de feca y basura,

quien alardeó de meter,

algo que no ha de tener.

Y ante esa congregación

de muertos tan ordinarios,

se le pide mucho a López,

que no les cuente a sus madres,

para evitarles la pena

de enterrarlos regañados.

 

LA ILEGALIDAD

Y ya para terminar…

En esta noche de muertos

yo propongo desde aquí,

una matanza serial:

¡Matemos la ilegalidad

de todititas las drogas!

Liberemos ya, por Dios,

su tránsito por acá.

Si seguimos como vamos,

nunca podrán acabar

matazones y trancazos.

Y seguiremos con pueblos

donde todos pagan piso,

para evitar se los maten

o les incendien el sitio.

Gastamos lo que nos falta

para cosas más primeras,

pretendiendo que las drogas

no lleguen a la frontera

donde están los que consumen

y los que pagan por ellas.

No conozco un mexicano

que sufra porque a los gringos,

los vengue bien Moctezuma.

¿Por qué entonces penar tanto

y perder gente y dinero,

porque no es del gusto de alguien,

que se las truenen si quieren?

¿Qué nos importa a nosotros,

si se las fuman o inyectan?

¡Qué pase todo el que lleve

mariguana a los vecinos!

y que deje acá antes de irse,

los impuestos que se deban.

 

Autor

Teresa Gurza