Estados Unidos.- La huelga del sindicato United Auto Workers contra General Motors puede obligar a los evaluadores de crédito a tomar medidas y acercar a la compañía al estado de basura, según Bloomberg Intelligence.
El Financiero publicó que ahora en su cuarta semana, la huelga ha superado el umbral de dos semanas que los evaluadores, incluidos Moody’s Investors Service y S&P Global Ratings, dijeron que representaban un riesgo a la baja, escribió el analista de Bloomberg Intelligence Joel Levington en un informe.
Hasta ahora, los bonos de General Motors apenas se han movido, mientras que sus acciones cayeron un 13 por ciento desde que la huelga entró en vigencia el 16 de septiembre.
Las permutas de incumplimiento crediticio se han ampliado desde entonces, pero también lo han hecho los pares Ford Motor y Fiat Chrysler, así como el mercado más amplio de grado de inversión.
GM está calificado ‘BBB’ por S&P y Fitch Ratings, que está dos niveles por encima de la basura. Moody’s, S&P y Fitch tienen perspectivas estables para la calificación del fabricante de automóviles.
El fabricante de automóviles con sede en Detroit y el sindicato siguen estancados debido a las garantías laborales.
“Cuanto más se prolongue esto, mayor será el riesgo de que las concesiones tengan que ser mayores por parte de GM”, dijo Olesya Zhovtanetska, directora senior de renta fija pública de Sun Life Investment Management. “Va más allá del impacto financiero inmediato”.
General Motors puede tener problemas para financiar sus obligaciones si la huelga no se resuelve antes de que los evaluadores reduzcan la perspectiva o la calificación, dijo Levington.
La compañía tiene más de 100 mil millones de dólares de deuda, la mayoría de los cuales está vinculada a su brazo financiero.
Eso es en gran parte responsable de la deuda de 2 mil 750 millones de dólares que GM ha vencido en el primer trimestre del próximo año.
Las siderúrgicas sufren
Los analistas de UBS Group AG son cautelosos con las siderúrgicas nacionales al argumentar que el mercado probablemente se ha debilitado desde que los productores proporcionaron una orientación peor a la esperada. Para agravar la preocupación está la huelga de GM, ya que el fabricante representa casi el 5 por ciento de la demanda anual de acero en Estados Unidos.
Las bobinas domésticas laminadas en caliente, el precio de referencia del acero, bajó casi 39 por ciento en los últimos 12 meses. En tanto, US Steel se ha hundido un 63 por ciento en el último año, AK Steel Holding cayó 54 por ciento, en tanto que Steel Dynamics perdió 37 por ciento, mientras que el líder de la industria estadounidense, Nucor mostró una reducción un 23 por ciento. (EL FINANCIERO)
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