DE BUENA FUENTE

Sinergia…

Gobernar con opositores al frente no siempre resulta fácil, pero en Coahuila el gobernador Miguel Ángel Riquelme puede presumir de tener el respaldo de la mayoría de los ediles de otros partidos políticos.

Paradójicamente batalla más con algunos presidentes municipales de filiación priista, que desde adentro se han convertido en sus peores enemigos, por la falta de cooperación y sus personalidades narcisistas.

Es evidente que al gobernador Miguel Ángel Riquelme le gusta el trato y las atenciones que recibe del alcalde saltillense, Manolo Jiménez.

Se nota que el mandatario estatal encuentra una zona de confort político e institucional en la capital del estado.

Ambos funcionarios públicos trabajan coordinadamente y sin contratiempos en proyectos de inversión común, y el edil sarapero no duda en compartir recursos, cuando la ocasión lo requiere.

Y aunque Riquelme Solís se ha distinguido por respetar y apoyar a los alcaldes de oposición, también queda claro que en la región laguna, el edil de Torreón,  Jorge Zermeño juega para el PAN, y sus decisiones no siempre son acordes al Palacio Rosa.

Caso concreto es su pública oposición a los operativos de decomiso de autos con adeudos de impuestos vehiculares, implementado por el gobierno estatal.

En la región centro de la entidad, el gobernante coahuilense se lleva de maravilla con el alcalde monclovense, Alfredo Paredes, de origen albiazul.

Alfredo ha sido inteligente y prudente, y mantiene una relación armónica con la primera autoridad estatal, que redunda en beneficios comunes.

Infortunadamente, el edil fronterense, Florencio Siller, de extracción tricolor, desaprovechó la oportunidad de convertirse en un  interlocutor regional confiable y seguro para Miguel Riquelme, debido a sus malos manejos en frente de la comuna.

Florencio no razona, y los funcionarios estatales eluden lo más posible llegar a Frontera, para evitar estar presente en las crisis irascibles de Lencho y de su hijo, que hace las veces de consejero principal.

En la región carbonífera, Temo  Rodriguez, edil de Sabinas y en Cinco Manantiales, Antero Alvarado, alcalde de Allende, ambos de la UDC, mantienen comunicación fluida con Miguel Riquelme.

En la zona norte, destaca el presidente municipal de Piedras Negras, Claudio Bres, de origen morenista, cuya presencia hizo reducir casi en un 70 por ciento las visitas del Jefe del Ejecutivo estatal a la población fronteriza, a cuando gobernaban Sonia Villarreal y Fernando Puron.

Aunque eso no signifique que se lleven mal.

La armonía institucional, dicen algunos, no tarda en romperse, una vez que inicien las campañas a diputados locales.

¿Será?

 

Autor

Ulises Salas
Columnista
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