Analizan investigadores de UA de C uso de sargazo

 

Investigadores saltillenses establecen alternativas para solucionar el problema del incremento de sargazo en el Caribe mexicano, con propuestas para utilizarlo con fines nutricionales, como en el alimento de animales.

Rosa María Rodríguez Jasso, vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Ciencias de los Alimentos (MECA), explicó que actualmente trabajan en la extracción de compuestos de algas marinas y microalgas, con tecnologías verdes que sólo utilizan agua, de manera que no se tengan contaminantes y puedan ser utilizadas en alimentos.

El grupo, denominado SUMA (Sustenable Zargazo Management), tiene más de diez años trabajando con macroalgas y tres en específico con el Sargazo; además de científicos de la Universidad Autónoma de Coahuila y en particular la Facultad de Ciencias Químicas, están especialistas de la Universidad Autónoma de México, la UNAM Cancún, además de industriales y hoteleros, y se tiene ya un año trabajando en el sitio.

“La idea es buscar alternativas nutricionales para la aplicación de este tipo de biomasa acuática; existen algas que por supuesto que siempre se han consumido como la que comemos en el sushi, y en el Pacífico Mexicano tenemos algas que están avaladas para poder consumirse pero el sargazo aún hay que hacer muchos estudios, o hacer una transformación química o biotecnológica para poder aplicarlo”.

Por lo pronto se están extrayendo compuestos bioactivos para estar seguros de que las algas no están absorbiendo contaminantes del mar o biotransformarlos con organismos para producir fertilizantes, así como para producir alimento para ganado o la industria avícola; además de fraccionarlo para obtener biopolímeros que se pueden usar en cubiertas o plásticos biodegradables, así como fraccionarlos por completo y usarlos en la producción de biocombustibles.

Expresó que si bien el sargazo en sí no es tóxico, al descomponerse sí causa la generación de compuestos tóxicos que se van al mar, y esto ocurre por la velocidad en que llega a las playas de manera que no se ha podido evitar su acumulación y por ende, su descomposición masiva.

“Eso está causando problemas gravísimos como la pérdida de los corales y el movimiento de las playas ya que a falta de estas colonias de coral, la playa ‘se corre’ y existe menos área de arena, esto afecta a los hoteleros”. (ESMERALDA SPÁNCHEZ/INFONOR)