Por qué enamorarse de Puerto Vallarta

Estando rodeada Puerto Vallarta de arena por un lado y selva por el otro, la ciudad tiene una belleza pocas veces inigualada. Es un sitio turístico por excelencia, sin importar la época del año. Tiene una gran cantidad actividades variadas que disfrutar en cada una de sus visitas. Sea un turista local o extranjero, no hay forma que no quede impactado de forma positiva por este lugar. Los colores vivos generan un sentimiento tan característico de México que conmueve con su historia centenaria. En definitiva es un ambiente que se hace querer.

Tiene vistas espectaculares

Prácticamente todos los hoteles en Puerto Vallarta ofrecen vistas espectaculares hacia sus paisajes. Sea al mar o a la selva, poder asomarse a cualquiera de estos ambientes ocasiona tranquilidad y relajación. Una estadía aquí es un refugio perfecto contra el estrés de las metrópolis. Los colores de los amaneceres y atardeceres no hacen más que aumentar la satisfacción de pasar unos días en un lugar lleno de energía.

Para complementar la experiencia con la naturaleza, existen tours en veleros. Permiten viajar a varias de las islas que son aledañas a la ciudad. Son muchas las agencias que ofrecen estos servicios, por lo que hay para escoger acorde a las necesidades de cada viajero. También disponen de recorridos que están orientados hacia los niños, por lo que viajar en familia se hace algo muy llevadero. Las actividades van desde nadar con delfines hasta hacer buceo. Por supuesto, no hay que olvidar las vistas impresionantes. Las reservas hechas con anticipación tendrán descuentos importantes, por lo que conviene hacerlas antes de poner el viaje en marcha.

Actividades por hacer en Puerto Vallarta

Los viajes a Puerto Vallarta no estarán completos sin disfrutar de la vida nocturna de la ciudad. Todo comienza con ver el atardecer en el malecón. El horizonte se llena de vibrantes colores, acompañados de las visiones de los botes. Las esculturas también adornan el paisaje. Todo para poder ser visto con desde un muelle que se adentra 100 metros en el mar. Es una experiencia única estar encima del agua salada disfrutando de las vistas junto a los demás turistas.

Para quienes sean amantes de la vida animal, en la segunda mitad del año hay la liberación de tortugas marinas. Las crías son protegidas de los posibles depredadores que se encuentren en su camino al mal, todo con el fin de conservar esta especie. Los turistas pueden unirse a esta actividad. Resulta sencilla de hacer, sin quitarle el gran impacto que ocasiona tanto en la naturaleza como en los niños que se atrevan a participar.

Algo imperdible para los más apasionados de la vida marina es ver ballenas jorobadas. Existen recorridos autorizados y regulados para poder ver a lo lejos a las ballenas. Claro está, no tienen permitido acercarse demasiado para no afectar a los animales. Estas travesías tienen como objetivo vigilar el bienestar de la especie, por lo que es importante mantener la distancia y siempre acudir con los agentes autorizados para ello. Durante la época de apareamiento de las ballenas, es de los espectáculos naturales más gloriosos.

La cultura de la ciudad

El arte está presente en los viajes a Puerto Vallarta, sin poder evitarlo. Las 15 galerías locales son perfectas para que los viajeros que sean amantes de la cultura mexicana y el casco histórico puedan disfrutar. También los coleccionistas más apasionados tendrán la oportunidad de adquirir algunas obras. Respecto a la gastronomía, los aproximadamente 300 restaurantes ofrecen platos para todos los gustos y exigencias, al más puro estilo local.

La danza tradicional de las bailarinas, las playas escondidas, la feria en el malecón, entre otras cosas, son algunas actividades que aquí no se mencionaron. Hospedarse los hoteles en Puerto Vallarta permite disfrutar de una gran variedad de experiencias, sin importar la época del año. Es un sitio turístico tanto para ir en soledad como para toda la familia. Puerto Vallarta tiene para pasar unos días inolvidables y enamorarse sin remedio de la localidad. Auténtica cultura mexicana, con sabor a mar y a selva.