Desarrollos de biotecnología, potencialmente útiles para México

La idea es mostrar que la biotecnología en el país tiene grandes avances y mostrar que se cuenta con capacidad instalada para desarrollarla y usarla en beneficio de la sociedad

Ciudad de México.- El jueves 25 de abril de 2019 la Gaceta del Senado dio cuenta que las legisladoras Ana Lilia Rivera Rivero y Jesusa Rodríguez Ramírez presentaron una iniciativa de Ley para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, con el objetivo de proteger el grano de organismos genéticamente modificados, acción que acentúo el debate nacional sobre el tema.

En este contexto, y con el propósito de aportar mayores elementos a la discusión, la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería organiza el Simposio y Panel de Análisis denominado “Logros y potencial de la biotecnología agrícola en México. Evolución de la Investigación para el Mejoramiento de Cultivos y el Aprovechamiento de la Biodiversidad, en el Marco de la Ley de Bioseguridad Vigente”, a realizarse el 25 de septiembre en el Auditorio Arturo Rosenblueth, del Cinvestav.

En el Simposio, un grupo de investigadores del Cinvestav, la UNAM y el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), entre otras instituciones, expondrán los beneficios, dificultades y situación de los Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) en el país. Por parte del Cinvestav participarán Alfredo Herrera Estrella, Director de Unidad de Genómica Avanzada, quien expondrá el tema “Genómica y biotecnología de la agrodiversidad”, y Beatriz Xoconostle Cázares, adscrita al Departamento de Biotecnología y Bioingeniería, que hablará sobre el «Desarrollo de OGM útiles y seguros para nuestro país».

También participará Jorge Manuel Santamaría Fernández, del CICY con el tema «Diversificando y preservando el germoplasma de cultivos locales”, y Martha Rocha Munive, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, con “Cultivo sustentable de algodón GM en México».

“La idea es mostrar que la biotecnología en México tiene grandes avances; buscamos defender las nuevas tecnologías y mostrar que tenemos la capacidad instalada para desarrollarla y utilizarla en beneficio de la sociedad, pero sobre todo nos interesa que la iniciativa de ley sobre bioseguridad, que pretende impedir el uso de cualquier herramienta de mejoramiento genético, tome en cuenta la opinión de los investigadores”, sostuvo Beatriz Xoconostle Cázares.

A decir de la investigadora, es importante que la sociedad conozca las instituciones que ya cuenta con desarrollos biotecnológicos, con buen grado de avance y en varios casos ya son ejemplos de éxito en cultivos como algodón, soya, papa, café o limón, que se encuentra en los primeros lugares de la lista de prioridades del gobierno actual.

Los investigadores que participan en el Simposio comparten muchos elementos propuestos en la iniciativa como: evitar una dependencia tecnológica; no tener que pagar regalías; contener la invasión de los mercados locales y detener los monopolios; además, aseguran, pueden probar que sus desarrollos son cien por ciento mexicanos, sin origen transnacional, hechos con sus propias herramientas y algunos de ellos diferentes a los propuestos como solución en otros países.

México no llega tarde al uso de estas tecnologías, por el contrario, hace algunos años el Cinvestav Unidad Irapuato ya hacía pruebas de bioseguridad con materiales genéticamente modificados y se decía que el Centro era líder en este tipo de investigaciones, pero se fue rezagando al seguir los principios precautorios.

El principio precautorio consiste en analizar y evaluar los riesgos del uso de una nueva tecnología, para evitar que su exposición sea peligrosa usando bases técnicas, pero en México aplicarlo es sinónimo de prohibirlo, contrario a convenciones internacionales, como la de Río, donde se establece que si no hay evidencia de peligro no se puede negar el uso de alguna tecnología.

Al no aplicar las reglas internacionales sobre el uso de OGMs el país se rezaga, el maíz es uno de esos casos, pero lo mismo sucede con otros cultivos. Se importan semillas certificadas porque no se hizo su mejoramiento genético a tiempo, ni siquiera de la manera tradicional.

“Aquí seguimos pensando en el principio precautorio para detener el avance de estas tecnologías, pero no lo detenemos en el exterior, es un error porque detener la investigación interna le va a dar una ventaja competitiva a los mercados externos y frenará nuestro desarrollo”, expuso la investigadora.

Para conseguir que la sociedad acepte a la biotecnología como una herramienta indispensable para el desarrollo, se debe trabajar en la comunicación, “los investigadores debemos informar a la sociedad, buscar a los tomadores de decisiones, hacer frente a los ambientalistas sin sustento técnico, para revertir la idea popular que los OGMs son dañinos, por eso la necesidad de foros como los de Simposio y Panel de Análisis organizado por la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería, explicó Beatriz Xoconostle Cázares. (CINVESTAV)