UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

Oye Juana no te vayas

En la secundaria nos pidieron que aprendiéramos una poesía de Sor Juana, para mí en ese entonces era  la muchacha vestida de  monja que salía en el billete de 200, de esos que me daba mi abuelita en mi cumpleaños para comprarme unos chicles decía ella (yo me sentía millonario), como el maestro veía que lo nuestro no era la poesía pidió que por persona nos aprendiéramos una parte, en mi caso por empezar con la A, iba algo así:

Hombres necios que acusáis,

a la mujer sin razón

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis.

Tan tan (eso lo agregué yo)

Tiempo después supe la historia de Sor Juana Inés de la Cruz, una de las mujeres más emblemáticas y talentosas de nuestro país, analizada por expertos de la literatura y teniendo alrededor de su vida varios mitos y leyendas. Nacida en 1651 en la hacienda de San miguel Nepantla, en el actual Estado de México, cuando nuestro país aún se llamaba Nueva España. Su nombre completo era Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana.

Recientemente la Junta de Gobierno declaró que Sor Juana se va del billete de 200 pesos, y eso lo hacen porque ellos son los que tienen la libertad de elegir los personajes en los billetes y el equipo de diseño de Banxico para crear todas las ilustraciones a su alrededor. La Junta de Gobierno de Banxico es la que decide qué personajes históricos adornarán los billetes, esperemos nunca les entre la loquera y quieran ponernos a Juan Gabriel, bastaría con convencer a los cinco miembros que conforman la Junta: el Gobernador y cuatro subgobernadores.

La salida de la Sor pareció injusto, el genio, el carisma y la belleza de Juana Inés en su momento le rindieron fruto cuando fue seleccionada para ingresar a la corte del virrey Antonio de Toledo y Salazar como dama de compañía de la virreina Leonora María del Carretto con tan sólo 15 años de edad, esto nos demuestra de la enorme capacidad que tenía Juana, jamás pasando por desapercibida.

Sor Juana ha mantenido su imagen en billetes de diferentes denominaciones más de 40 años, la primera vez que en la imagen de la máxima exponente de la literatura novohispana se exhibió en un billete fue en 1978, en la denominación de mil pesos que aquella época (uuuuh), cuyo reverso según podrán recordar algunos lucía el paisaje de la plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México.

Sor Juana Inés de la Cruz conocida también por sus dos sobrenombres: “El Fénix de América” y sobre todo por el de “La Décima Musa” debido a la calidad de su extensa obra, que sacudió al mundo literario de su tiempo, mismo que la colocó en un muy merecido lugar junto a las nueve musas que inspiraron las ciencias y las artes de la tradición helena es uno personajes digno de recordarse en todo momento, más allá de si está o no en un billete.

“La Décima Musa” que fallecería 17 de abril de 1695 a causa de una epidemia de tifus que asoló al Convento de Santa Paula no se va de nuestra billetera tan fácil, el Banco de México anunció que la décima musa estará de vuelta en la nueva familia de billetes, sólo que ahora en la denominación de 100 pesos. Eso se aplaude porque aparte de ser un rostro digno de presumir, es un recordatorio de esfuerzo, trabajo y talento mexicano.

 

Autor

Sergio Arévalo