La UNESCO inicia trabajos de consulta para crear la Estrategia Regional sobre Educación para el Desarrollo Sostenible y Ciudadanía Mundial

 

Guadalajara.- Durante dos días, expertos de América Latina y del Caribe (ALC) se reúnen en la Universidad de Guadalajara, en Jalisco, México, para el diseño de la Estrategia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre Educación para el Desarrollo Sostenible y Ciudadanía Mundial de la Agenda 2030.

Se trata de una Consulta Técnica de Alto Nivel en torno a la Meta 4.7 de la Agenda de Educación 2030 que organizan la Oficina en México de la UNESCO, su Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe, con sede en Santiago de Chile, y la Oficina de la UNESCO en Montevideo, mediante la cual se buscará consolidar en los planes de estudio, en los manuales escolares y en la formación docente, la adquisición de conocimientos, competencias y aptitudes en favor del desarrollo sostenible y la formación de ciudadanos del mundo. Desde el punto de vista pedagógico, se trata de la mayor apuesta educativa en la actualidad.

“El asunto es crucial, considerando que los gobiernos, tanto el federal como el de cada estado del país, buscan una transformación del sistema educativo nacional, además de que en estos estos días se discuten en el Congreso la Ley General de Educación, la Ley de Carrera Docente y la Ley del Organismo para la Mejora de la Educación”, explicó Frédéric Vacheron, representante de la Oficina en México de la UNESCO, durante el acto inaugural.

En el arranque de los trabajos de esta Consulta de Alto Nivel también participaron la directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO, Claudia Uribe; el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí; la directora general de Desarrollo Curricular de la Secretaría de Educación Pública en México, Maria Teresa Meléndez Irigoyen; así como expertos y autoridades de diversos países de ALC.

Al aclarar que la UNESCO no impone ni hace programas paralelos a los de los ministerios de educación, sino que brinda asistencia técnica para la armonización de los compromisos y objetivos internacionales, Vacheron explicó que desde la Oficina en México se han impulsado iniciativas para cumplir con la Meta 4.7 como la de Educación Integral de la Sexualidad, la metodología de educación para potenciar la resiliencia de comunidades escolares en situaciones de emergencia social o natural, la búsqueda por la incorporación de los conocimientos indígenas en las políticas educativas y el programa de promoción del Estado de Derecho para trabajar con temas de justicia, derechos humanos y ciudadanía desde las escuelas.

Sin embargo, aclaró que aún hay diferentes problemáticas por atender en ALC, pues en varios de los países de la región un existe un alineamiento entre los currículums de formación ciudadana y los currículums de formación de los docentes, y se requieren apoyos didácticos y métodos de trabajo para los profesores con el objetivo de que puedan responder a una visión amplia y global de la formación para la convivencia y la ciudadanía.

Vacheron recordó que la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO señaló, en 2016, que la temática de Desarrollo Sostenible sólo es mayoritaria en 8 de los 18 países observados en ALC, y subrayó que los datos sobre México indican que el 50% de los estudiantes de secundaria tienen un nivel bajo de conocimiento en temas de Desarrollo Sostenible.

“A mayor desigualdad educativa, menor bienestar y oportunidades de prosperidad, salud, paz y empleo decente”, enfatizó, y mencionó que durante las consultas mundiales que Naciones Unidas organizó durante 2014 para construir los fundamentos de la Agenda 2030, en las que participaron 7 millones de personas de 88 países, los consultados eligieron abrumadoramente “una buena educación” como la prioridad número uno.

La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) busca fomentar la comprensión del impacto del ser humano sobre el medioambiente, las relaciones entre el consumo y el uso de bienes, el impacto de las tecnologías en el ambiente y cómo pueden vincularse los diversos contextos culturales para emprender acciones positivas con el entorno; mientras que la Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM) hace hincapié en la interdependencia política, económica, social y cultural en las interconexiones entre los ámbitos local, nacional y mundial, como la promoción del Estado de Derecho a partir del reconocimiento de los Derechos Humanos a través de la educación. (UNESCO)