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 Guerra Mundial $

El pasado mes de abril hacía mención de cómo Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo, se encontraban en negociaciones para resolver una disputa comercial que arrastran desde el año pasado; la cual estaba originando que ambos países impusieran entre sí, de manera retaliatoria, nuevos aranceles en gran parte de las exportaciones que cada uno realiza.

Al día de hoy, ambos países parecieran estar encerrados en el conflicto, que se ha tornado amargo, pues las negociaciones se han llevado a cabo, pero la obtención de un trato ha resultado difícil. Los dos países han permanecido muy separados en las cuestiones de reducir los aranceles y entablar un acuerdo.

Por el lado de Washington, se han impuesto aranceles a más de 360 mil millones de dólares en productos chinos -algunas comentadas en este espacio-, desde que comenzó la guerra comercial en 2018; y apenas el domingo 1 de septiembre, Estados Unidos comenzó a recaudar un arancel del 15% sobre un aproximado de 125 mil millones de dólares sobre productos chinos, en el cual están incluidos relojes inteligentes, televisores y calzado.

Desde Beijing han respondido con aranceles que van del 5% al 25% sobre los productos estadounidenses, tomando represalias a más de 110 mil millones de dólares en productos estadounidenses. El último paro arancelario incluyó un impuesto del 5% sobre el petróleo crudo de EUA, siendo esta la primera vez que el combustible se ha visto afectado en la batalla comercial.

Los equipos de comercio de China y Estados Unidos continúan hablando y se reunirán durante este mes de septiembre, pero ante la posible negativa, ambas partes han amenazado con tomar más medidas, con nuevas tarifas y alzas a los aranceles existentes en los próximos meses.

Un ejemplo: Trump planea intensificar la guerra comercial con nuevos aumentos de tarifas que pretende que corran a partir del 1 de octubre, en el cual, Estados Unidos aumentaría un arancel existente del 25% sobre algunos productos chinos, al 30%. A ese paso, en un corto plazo, todos los productos chinos importados a Estados Unidos estarían sujetos a aranceles. En caso de, China buscaría alcanzar a otros 3.000 productos estadounidenses con aranceles para fin de año.

En fin, no cabe duda que el tema va más allá de lo complejo, y lo que se explicó es solo la punta del iceberg, en el cual están involucrados intereses inimaginables y abstrusos, por ello, no hay que quitar el dedo del renglón y estar al pendiente de los efectos que siga generando, incluso de la posibilidad de que otros países se agreguen a este conflicto arancelario, descrito por algunos como de ojo por ojo, entre las dos economías más grandes del mundo que involucra cientos de miles de millones de dólares y una continua amenaza al crecimiento económico global.

Reciban un saludo, muchas gracias.

 

Nos leemos la siguiente semana.  @Dan_Fdz