El 30 de agosto se cumplen dos meses de que la Guardia Nacional realiza operaciones con 58 mil 602 elementos y ya se dispone de los primeros datos que permiten contrastar el impacto de sus acciones en la incidencia delictiva a nivel nacional, publicó El Heraldo de México.
Un ejercicio de análisis espejo indica que entre junio y julio del año en curso los delitos totales del fuero común se incrementaron en 2.1%; el secuestro en 28.5%, la extorsión en 12.3% y el feminicidio en 5%.
El robo en general aumentó 4.4%, en particular subieron el robo a casa habitación en 9.5%, a transeúnte en vía pública 6.7% y de vehículo 2.9%.
El único delito de alto impacto que registró un descenso marginal fue el homicidio doloso con 0.3% medido en Carpetas de Investigación y 0.03% en términos de número de víctimas, lo cual indica que la incidencia se mantuvo en los mismos niveles.
Si bien los elementos informativos disponibles aún no permiten detectar tendencia sólida alguna, son el primer referente cuantitativo para evaluar su desempeño desde aquel 26 de abril cuando en forma por demás apresurada fueron desplegados 1,059 elementos de la GN en Minatitlán, Veracruz, tras el ataque armado a un salón de fiestas en el que fueron asesinadas 14 personas (entre ellas un menor de edad), sin que se supiera más de ellos.
Cabe subrayar que Minatitlán se ubica a escasos 20 Km. de Coatzacoalcos, donde la noche del martes 27 de agosto un grupo armado atacó e incendió un bar, con un saldo de 27 personas fallecidas y 10 heridas hasta el momento de redactar esta columna, algo similar a lo sucedido el 25 de agosto de 2011 en Monterrey, Nuevo León, donde un hecho de violencia similar dejó un saldo de 52 personas muertas y 11 heridas en el Casino Royale.
Además, Coatzacoalcos y Minatitlán, junto con Cosoleacaque, forman parte de una de las 8 regiones prioritarias en que se divide Veracruz, que a partir del 30 de junio es resguardada por 450 elementos de la GN al mando de un Coronel de Infantería del Ejército Mexicano, sin embargo, no se ha informado sobre su participación en la prevención y combate al delito.
Lo más lamentable es que este incidente ha servido como pretexto para que el gobernador de Veracruz y el Fiscal General del Estado continúen cruzando acusaciones para ver quién es el culpable de no haber evitado el ataque.
También está pendiente el impacto en términos de incidencia delictiva, del estado de fuerza de la GN desplegado a partir del 18 de junio en las fronteras sur (6 mil 500 elementos) y norte (15 mil efectivos), para contener el flujo de migrantes ilegales hacia Estados Unidos, cuyo número de efectivos asciende a 21 mil 500 uniformados.
En este contexto, sería interesante que, al cumplirse el primer bimestre de labores, el responsable de la GN o el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana ofreciera un primer avance de resultados cualitativos y cuantitativos, pero además precisara los indicadores de desempeño que habrán de medir su actuación y las metas que se proponen alcanzar en el corto y mediano plazos, tal como lo hizo a principios de agosto en términos de estado de fuerza y despliegue territorial a nivel nacional. (EL HERALDO DE MÉXICO)
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