UNA ADVERTENCIA

 

ARMANDO LUNA CANALES

Sin tapujos, Madeleine Albright señala a Donald Trump como la razón para dedicar un libro en el Siglo XXI al fascismo. Doctrina de ira y miedo, cobra diversas formas, dice Primo Levi, cada época tiene su fascismo. Pero al margen de sus múltiples facetas, siempre encontramos un común denominador: el ataque a los derechos y libertades de las personas.

A lo largo de esta obra se hace un recorrido por los principales exponentes del fascismo, desde la Italia de Mussolini hasta el sueño bolivariano de la dupla Chávez-Maduro. Pasando por supuesto por la Alemania Nazi de Hitler, camisas azules en Francia, la Cruz Flechada en Hungría, la falange española, Portugal, la República Checa, hasta el Ku Kux Klan en Estados Unidos.

Al margen de sus diferencias ideológicas, geográficas o incluso de su desfase en el tiempo, cada uno de estos regímenes fascistas tienen como elementos en común la erosión de la libertad frente a la potencia del Estado. Albright nos dice que un fascista se identifica en grado extremo y dice hablar en nombre de un grupo o una nación entera, no siente preocupación alguna por los derechos de los demás, y está dispuesto a utilizar los medios que sean necesarios -inclusive la violencia- para alcanzar sus objetivos.

Al describir los diferentes rasgos de estos movimientos y gobiernos fascistas, podemos apreciar el motivo por que cual la autora nos advierte del riesgo enorme de que estos regímenes florezcan. En el mejor de los casos nunca se fueron, solo permanecen en estado latente hasta que las condiciones sociales son las adecuadas para su desarrollo.

La advertencia se refiere sobre todo al uso de mecanismos democráticos para llegar al poder. Al ataque sistemático a sus adversarios y uso de la propaganda como principal instrumento. La mentira es sin duda una de sus principales armas, sin importar que la necia realidad les golpee la cara, difunden e imponen “su verdad” a cualquier costo.

Termina  el libro con la advertencia de Nietzche: quien lucha con monstruos debe tener cuidado de no convertirse en uno.