DE BUENA FUENTE  

Rebelde sin causa…

En un  Virreinato, rebelde a las decisiones centrales comienza a convertirse la delegación federal coahuilense, desde la que Reyes Flores Hurtado gobierna a horca y cuchillo.

El ex líder estatal del PAN ahora se inconformó con el “arreglo”  al que llegó Ricardo Aguirre con la Fiscalía General de la República.

Según el acuerdo entre el actual funcionario estatal y la FGR, la dependencia se quedó con los recursos decomisados al ex edil de Ramos Arizpe, y se abstuvo de ejercer acción legal en su contra.

Pero Reyes Flores quería ver en la cárcel a Ricardo, y prometió seguir investigando las cuentas del ex alcalde ramosarizpense, a pesar de la Fiscalía General de la Republica ya cerró el expediente.

En el tema del Tato Orayazabal y su inminente llegada a la delegación estatal del ISSSSTE, el coordinador federal, tampoco aceptará la decisión de la Dirección General, y advirtió que no lo dejará tomar posesión.

La verdad es que Reyes Flores se comporta como un Virrey, aunque sea un auténtico Godínez.

¿Hasta cuando le soportarán sus rabietas?

 

Angustia acerera…

Empresarios de la región centro intentaran entrevistarse con el Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, durante su visita de este martes a Monclova y Frontera.

Los inversionistas locales se encuentran preocupados por la actual situación financiera y laboral de Altos Hornos de México, debido a la detención de Alonso Ancira Elizondo en España.

La reducción en sus proyectos de operatividad, puede que afecte el flujo de efectivo a proveedores y prestadores de servicios, cuya economía orbita en torno a la planta acerera.

Los alcaldes Florencho Siller, de Frontera, y Alfredo Paredes, de Monclova, también andan angustiados, y esperan una señal de aliento del mandatario estatal.

Dura labor la de Riquelme Solís, que apenas resolvió la crisis laboral y social en la región carbonífera, cuando ya le cayó otro trompo a la uña.

 

Caza fantasmas…

Anda fuerte el run run de que la Secretaria de Hacienda implementa el programa permanente de detección de empresas fantasmas, que facturan al Gobierno estatal y municipios.

La dependencia federal cruza reportes financieros, declaraciones fiscales, RFC de empresas, y la ubicación física de las oficinas acreditadas ante el SAT, para verificar la existencia de las compañías.

En Coahuila, pronto habrá noticias al respecto. Al menos eso es lo que presumen en la Cuarta Transformación.

 

Autor

Ulises Salas
Columnista
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