PAPELERÍA EN TRÁMITE

Como ya les platiqué la semana pasada nuestra ciudad no tiene fecha exacta de fundación, pero los que saben más que este humilde periodista, dicen que fue un 25 de julio día del Santo Patrono de España, Santiago Matamoros. Si no me equivoco Saltillo, Monclova y Viesca compartimos al mismo santo patrono. Pero alguien se ha fijado que nadie celebra a Santiago Apóstol, el que se venera en Saltillo es el apóstol que con su propio hermano, Juan el Evangelista, y Pedro Apóstol forman el trío de discípulos que aparecen siempre al lado de Jesucristo. La inscripción en el remate de la portada de Catedral, que puede verse desde abajo: “CA 1745 D 1800. T.S.J.A.M.”, iniciales en latín de: “Circa Anno 1745 Domini 1800. Templum Sancti Iacobi Apostoli Majoris”, cuya traducción es: “Aproximadamente del año del Señor de 1745 a 1800. Templo de Santiago Apóstol Mayor”. Pero años después según la leyenda que me cuenta mi madre, año con año siempre en estas fechas y que a ella le contó su mama y yo le contaré a mi hijo Gael, la leyenda con fantasía y misterio. Relataba que llegó a lomo de mula solitaria, que entró sin dueño y sin rienda y caminando por las calles de la ciudad, fue directamente a la Plaza de Armas, en donde se echó un día 6 de agosto de 1608, como si trajera la consigna del destino final de su preciada carga. Mula al fin, nadie pudo moverla de ahí, hasta que fue abierto el cajón que contenía el Cristo Crucificado. Doña Josefa Báez Treviño y los mineros de La Iguana, una rica mina situada en el Nuevo Reino de León, donaron plata y dinero para la construcción de su capilla, la que lo aloja desde 1762. El milagroso Santo Cristo de la Capilla tiene muchas historias su cuerpo ha sudado, su piel morena y hecha de pasta de maíz se ha vuelto en carne real, además que ha detenido enfermedades como la viruela. Además ha hecho llover después de grandes sequías entre otros muchos milagros que esta imagen ha tenido en los más de 400 años que tiene con nosotros. Ninguno de los dos se pelea el patronazgo de la ciudad la comparten como buenos hermanos, con días de diferencia la ciudad celebra a sus patrones. Pero las nuevas generaciones ya olvidaron esto, ahora sólo van a las fiestas del Señor de la Capilla a otras cosas, no como nuestros padres que después de oír misa salían a comer, a novia, a comprar cosas que traían los vendedores del centro del país. Así nació la feria de Saltillo que ahora es un asco. La Diócesis de Saltillo ha hecho el esfuerzo de preservar esta imagen, incluso se ha pensado en hacer una copia que recorra las parroquias de la ciudad. Los feligreses esperan año con año ir adorarlo cada día de su descenso y ascenso el momento en que el señor de la capilla está más cerca de sus fieles. En antiguas casonas de adobe que aún tiene el centro de Saltillo aún hay familias que hacen sus Rosarios, rezan su novenario a los cristos que han pasado de generación en generación Organizan fiestas, tamales, champurrado. El señor de la capilla sigue protegiendo a su ciudad, sigue recibiendo mandas, haciendo milagros, esperemos que los que vienen lo celebren igual, le rezan igual, y esperemos que las tradiciones de esta ciudad sobrevivan otros 400 años.

 

Autor

Sergio Alvizo
Reportero y conductor de noticias de Canal 6 Saltillo y canal 4 en Monclova. Taurino de nacimiento y Tigre de corazón. Amante de las peleas de gallos.
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