Disciplina y constancia en el Ballet Folclórico de la UA de C: Miguel Ángel Salazar Valdés

 Egresado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Coahuila y Maestro en Folclor, Miguel Ángel Salazar Valdés, director del Ballet Folclórico de la UA de C, es Nuestro Orgullo Universitario.

El maestro en Educación, es también Secretario Técnico del Comité Nacional del Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore y de las Artes Tradicionales, es socio vitalicio de la Asociación Nacional de Maestros de Danza Popular Mexicana, y fue director de otras agrupaciones como Nadené Ballet Folclórico.

Desde los nueve años de edad, nació el cariño por este arte, participó en una agrupación formal “mi interés fue nato, me fui involucrando, la agrupación viajaba mucho, el director de aquella época, le gustaba participar en los concursos y eso me permitió conocer muchas personalidades del folclor como Josefina Lavalle, Luis Felipe Obregón, en vida conozco Rosa del Carmen, a Carmelita Valdés aquí en Coahuila y múltiples maestros de todos los estados del país”, expresó.

Con una trayectoria de 42 años en la danza, primero como bailarín, posteriormente como maestro y actualmente director, Salazar Valdés, afirma que la disciplina y la constancia son los elementos clave para desarrollar su trabajo con jóvenes universitarios que integran el Ballet Folclórico de la UA de C.

Salazar Valdés, nos relata su incursión a la máxima casa de estudios, menciona que la primera persona que tuvo la Universidad en este ámbito fue la pionera del Folclor en Coahuila, la Maestra Carmela Valdés, a su jubilación, le convocan a él para preparar parte del espectáculo cuando la UA de C fue la sede de la Universidad Nacional en el año 2003.

A lo largo de 15 años que está a cargo del Ballet Folclórico de la Universidad Autónoma de Coahuila, han desfilado muchísimos alumnos, y con ello el Ballet ha ido creciendo en calidad, actualmente está certificado por el CIOFF (Comité Nacional del Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore) de la UNESCO.

Detrás de cada presentación, existe un trabajo integral que desarrolla a través de clases estructuradas que constan de tres fases: acondicionamiento físico, clase técnica y ejecución de bailes y danzas. Asimismo, se encarga de ubicar y explicarles a los bailarines y músicos el contexto sociocultural y origen de los cuadros que representan.

“La motivación de cada integrante del grupo es intrínseca, cada semestre convocamos a integrarse al Ballet y lo que les mantiene fieles es el trabajo técnico de la danza que, con disciplina como eje central, contribuye a formar un grupo comprometido”, afirmó el director.

Una de los retos difíciles a los que se enfrenta, dice, es la permanencia de los universitarios, ya que son temporales, mientras cursan su periodo escolar y el horario de clases se los permite, cumplen a cabalidad con las horas de ensayo que son tres veces a la semana de 7 a 10 de la noche.

“Los bailarines somos artistas, al representar nos convertimos en actores, cuando uno tiene que preparar cada baile, debes de tener el contexto histórico y social, y ellos deben comprenderlo, una vez que se logra entender cuál es el concepto grupal, surge el entusiasmo, la pasión y la alegría, además de la limpieza en la ejecución de la danza, o de los conceptuales como bodas, bautizos, o rituales indígenas”, afirma.

El vestuario que usan los alumnos es costoso, es una combinación de trajes tradicionales e indígenas con bordados originales y con telas vistosas, coloridas, que forma parte de esa calidad de confección y materiales para ofrecer al público universitario y a la sociedad en general una imagen estética y agradable a la vista.

No considera sea estricto, sino disciplinado, “me llevo bien con los alumnos en ensayos en presentaciones, en las giras nacionales e internacionales, es una sana convivencia, aunque sean universitarios mantengo contacto con los padres de familia, sobre todo al viajar fuera de la ciudad o del país”.

Afirma que la limpieza del trabajo es lo que determinará la calidad, y les afirma a sus alumnos, que si quieren ser admirados, reconocidos y aplaudidos eso lo dará la disciplina, la asistencia, la constancia, despejar dudas, y la ejecución, lo cual son elementos que les son de utilidad en todos los aspectos de la vida. (EL HERALDO)